Por Odalis F.
Marte*
@ofmarte
Frecuentemente se escuchan personas opinar
que para ellos la inflación es más alta de lo que reportan las estadísticas
oficiales siempre formulando la pregunta de ¿usted va al supermercado? La
respuesta podría parecer obvia para un economista o un experto en estadísticas,
pero no necesariamente así para el resto de la humanidad. Sabemos que la tasa de
inflación suele calcularse como la variación porcentual del índice de precios
al consumidor (IPC). El IPC es un promedio ponderado que se construye a partir
de una canasta de grupos de bienes representativos del consumo de la población.
En el caso de la República Dominicana, el
gráfico a continuación muestra cuánto pesa cada grupo de bienes en la canasta, destacándose
que los bienes agrupados en Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, Transporte y
Vivienda representan poco más de la mitad de esos grupos de bienes. Por lo
tanto, cuando se utilizan los precios observados en el supermercado, se estaría
haciendo referencia a los precios de los alimentos que representa 25.10% de la
canasta de bienes utilizados en el cálculo del IPC.
Grupos de alimentos que componen la canasta base de cálculo
del IPC en la República Dominicana
Fuente: Banco Central de la República Dominicana
Que el público crea que la inflación es más
alta que lo que revelan los datos oficiales no es un fenómeno exclusivo de un país
en particular. De este modo, los estadounidenses, los británicos y los
japoneses, por ejemplo, consistentemente opinan que perciben una inflación
superior. La razón de esto no es clara.
En agosto de
2012, el corresponsal económico Jacob Goldstein, coanfitrión de Planet Money,
un programa de la Radio Pública Nacional de Estados Unidos (NPR, por sus siglas
en inglés) que simplifica para su audiencia las complejidades de la economía,
publicó un interesante artículo titulado Everybody Always Thinks Inflation Is
Higher Than It Really Is (Todo el mundo siempre piensa que la inflación es más
alta de lo que realmente es).
Goldstein indagó sobre por qué la gente en
Estados Unidos (y en otros países) tendía a creer que la inflación era más alta
de lo que mostraban las cifras oficiales, lo que le llevó a revisar algunas
investigaciones que estudiaron esa percepción.
Evolución de la inflación en los Estados Unidos de América
(las áreas sombreadas corresponden a períodos de recesión)
En este sentido, Goldstein encontró la
explicación que buscaba en el estudio de Georganas, Healy y Li (2014) en donde encuentran que los consumidores
tienden a fijarse en los precios de los bienes que compran con más frecuencia
(sesgo de frecuencia), los cuales suelen ser bienes de consumo inmediato como
son los alimentos, pero tienden a obviar
que muchos bienes de consumo duradero han tendido a experimentar aumentos de
precio más moderados y, en algunos casos, hasta a bajar de precio a lo largo
del tiempo. De este modo, el público se refiere a los precios de los bienes que
compra con más frecuencia como referencia de la inflación de toda la economía
cuando un grupo de bienes, por ejemplo, los alimentos en el caso dominicano representan
sólo una cuarta parte de la canasta de bienes que entran en el IPC, base de
cálculo de la inflación.
Más aún, el coautor del estudio Paul J.
Healy, de la Universidad Estatal de Ohio, dijo en una entrevista con Jacob
Goldstein que la gente tiende a notar más cuando los precios suben y a no darle
igual importancia a cuando los precios bajan. Esto porque el público suele
fijarse más en las malas noticias que en las buenas…
Esta es una
discusión que ha de continuar debido a que algunos economistas académicos y
hacedores de política económica suelen creer que la eficacia de la política
monetaria depende más de la percepción de tasa de inflación que la tasa real de
inflación calculada (Bernanke, 2007; Blanchard et al., 2010). Mientras tanto,
extender la educación ciudadana sobre lo que es realmente la tasa de inflación
(y su diferencia con lo que llamamos “el costo de la vida”) deberá seguirnos
ocupando por tiempo extendido.
* Las opiniones expresadas en este escrito son de la
exclusiva responsabilidad de su autor.
Referencias
Bernanke, B.S., 2007. Inflation
expectations and inflation forecasting. Speech at NBER
Summer Institute Monetary Economics Workshop.
Blanchard, O., Dell'Ariccia, G., Mauro, P.,
2010. Rethinking macroeconomic
policy. J. Money Credit Bank. 42, 199–215
Georganas, Healy y Li
(2014). Frequency bias in consumers' perceptions of inflation: An experimental
study. http://healy.econ.ohio-state.edu/papers/Georganas_Healy_Li-InflationExperiment.pdf.
Goldstein, Jacob
(2012). Everybody Always Thinks Inflation Is Higher Than It Really Is. http://www.npr.org/sections/money/2012/08/15/158832170/everybody-always-thinks-inflation-is-higher-than-it-really-is?sc=tw.
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