martes, 12 de noviembre de 2019

Ahorrar no solo nos hace bien, también ayuda contra el cambio climático


Por Odalis F. Marte

El ahorro es la parte del ingreso disponible que no se gasta. Sabemos que el ahorro se puede acumular en el tiempo y utilizarse para la inversión, con lo cual se incrementa la riqueza material. No obstante, también, de manera coloquial, solemos designar la acción de racionalizar o economizar los recursos como algo que nos ayuda a ahorrar. Por ejemplo, si conduzco mi carro a una velocidad moderada, entonces se consume menos combustibles y, alarga la vida útil del vehículo, por lo que eso me ayuda a ahorrar.

Ese mecanismo de ahorro es esencial para que un ciudadano o ciudadana, cuidando de su salud financiera, aporte con la reducción de la contaminación ambiental que está produciendo el calentamiento de la tierra, que es el cambio climático. Me explico: como consumidores tenemos el poder de ayudar un poco, según nuestras posibilidades, con nuestras decisiones de compra y de ahorro. Solo necesitamos un hacer un esfuerzo relativamente pequeño.

Nuestras decisiones de consumo

Como consumidores tenemos el poder de decidir qué compramos y cómo utilizamos los bienes y servicios que adquirimos para satisfacer nuestras necesidades. Con nuestra conducta de consumidor podemos contribuir con la reducción de las emisiones de gases y basuras contaminantes. Ya pusimos el ejemplo de cómo conduciendo a una velocidad moderada podemos ayudar al clima. Lo mismo podría suceder si tomamos medidas para minimizar nuestro consumo de electricidad, incluyendo el uso de los acondicionadores de aire a temperaturas inferiores a los 22 grados centígrados. También la reducción del uso de bolsas y envases plásticos, la menor generación de basura y la racionalización en el exceso de consumo de agua mejoraría la sostenibilidad de nuestros hábitos y nos ayudaría a ahorrar dinero.



El ahorro y el consumo responsable es bueno para nosotros

Como agentes económicos con cierta racionalidad, tendemos a ahorrar por algún propósito bajo el entendido de que obtendremos mañana un mayor beneficio por postergar el consumo de hoy. De este modo, podemos ahorrar para ayudar con la adquisición de un bien mueble o inmueble en algunos meses o años, o incluso ahorramos para vivir cómodamente durante nuestra vejez, entre otras motivaciones no menos loables. En ese sentido, se puede afirmar que el ahorro contribuye con nuestro bienestar.

Como el bienestar de una sociedad se puede comprender como la suma del bienestar promedio de los individuos y familias que conforman la sociedad, los esfuerzos que individualmente hacemos para, honradamente, aumentar la calidad de nuestras vidas hacen bien a nuestra colectividad. Es por eso que los ajustes a nuestro estilo de vida que nos permitirían ahorrar podrían convertirse, además, en contribuciones personales al mejoramiento del medio ambiente en el que vivimos y en la reducción de las emisión de gases contaminantes como el dióxido de carbono.

En resumen, ¿qué hacer para ahorrar más dinero y contribuir con un mejor clima?

Muchos habremos escuchado sobre el enfoque de Reducir, Reciclar, Reutilizar, las llamadas Tres Erres de la economía circular. Algo de ese enfoque podemos adaptar a nuestra cultura de ahorro. Como ciudadanos podemos ahorrar dinero al reducir nuestro consumo de combustibles y otras fuentes de energía provenientes del petróleo y otros fósiles. Cuando fuera posible, hacer cambios en la dieta para ingerir más alimentos de origen vegetal (por cierto, comer menos y mejor podría ser bueno para ahorrar y tener mejor salud), y reducir el consumo de productos que generan mucha basura.

Podemos hacer un inventario de bienes que podemos reciclar y no solo no referimos a envases, sino también a prendas de vestir y cachivaches de todo tipo. Y, por último, educarnos sobre qué productos son re-utilizables para nosotros o para otras personas. En muchas casos podría ser bueno considerar poseer menos cosas de las que podemos prescindir.

Definitivamente, ahorrar en la proporción que nos sea posible puede ser muy bueno para nuestro propio bienestar y para nuestro medio ambiente.