sábado, 29 de noviembre de 2014

Se debe saber aprovechar la caída en los precios del petróleo

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Para el cuarto trimestre de 2014, los precios internacionales del petróleo habían descendido a su nivel su nivel más bajo desde el año 2010. Se espera que se mantengan por debajo de 100 dólares el barril por lo menos hasta la segunda mitad de 2017.

Distintas razones se aducen para tal desplome. Se habla de una combinación de exceso de oferta del crudo debido a la mayor producción en los Estados Unidos junto a una caída en la demanda mundial por la ralentización de la economía las economías emergentes, especialmente China, así como el pobre desempeño de Japón y la Eurozona. Como frecuentemente sucede, no falta una teoría de la conspiración en el sentido de que hay quienes atribuyen la caída de los precios a un plan de Arabia Saudí para quebrar a los productores de petróleo y gas de esquito de los Estados Unidos, los cuales necesitarían de un precio mínimo de alrededor de 70 dólares para ser rentables.

El viernes 28-11-2014 el WTI cerró en $66 el barril
Fuente: The New York Times


Cualquiera que sea la causa de la caída de los precios del petróleo, no debe tomarse como una situación permanente por lo que los hacedores de política económica en los países importadores tienen la oportunidad de aprovechar esta situación para corregir cargas distorsionantes y hasta insostenibles en sus finanzas públicas. En este sentido, varios países en Asia están programando recortes de subsidios en los carburantes.

En el caso de la República Dominicana, la caída en los precios internacionales del petróleo debería servir para reducir el subsidio eléctrico y establecer la ¨tarifa técnica¨, es decir el cargo mínimo por consumo de electricidad tal que se cubran los costos la electricidad servida. Se debe recordar que el último acuerdo con el FMI perimió sin que se hubiera logrado esa meta, debido a que el gobierno dominicano no encontraba políticamente factible realizar un ajuste tarifario que, aunque escalonado, era de alrededor de 18 por ciento.

El Gobierno dominicano tiene los medios técnicos y los conocimientos para, si lo considera necesario, disponer de subvencionar exclusivamente los más pobres de la población con una tarifa eléctrica por debajo del costo de producción del servicio. Existe más conciencia que en el pasado de que la electricidad debe servirse similar a como se comercializan las telecomunicaciones, por eso compartimos la opinión de que debería ser ofrecida por empresas privadas (que, de por sí, generan en la actualidad más de la mitad de la energía que se distribuye en la República Dominicana) bajo una superintendencia en ejercicio de sus plenas facultades técnicas.