miércoles, 10 de abril de 2019

Sol, arena y mar se consigue en cualquier parte

Regularmente el turismo se entiende como un conjunto de actividades económicas dirigidas a servir a los visitantes que vacacionan en alguna parte de la geografía nacional. Está de más decir que la mayoría de esos visitantes son extranjeros. Este conjunto de servicios requiere de una infraestructura física para el alojamiento y el entretenimiento así como el apoyo de los servicios regulares (seguridad, agua, electricidad, telecomunicaciones, etc.) disponibles en el país.

¿Qué buscan los turistas?

Por lo general los turistas buscan entretenimiento y conocer algo nuevo que les saque de la rutina, conociendo lugares exóticos y gentes distintas, entre otras cosas. Sin embargo, el negocio no llega hasta ese límite pues las motivaciones para visitar un país extraño y la amplitud de los servicios ofertados a los visitantes cubren una gama de formas de turismo los cuales van desde los que viajan en busca de servicios de salud, negocios, educación u otro, hasta los que llegan simplemente para asistir a una conferencia de pocos días y, de paso, echarle una "ojeadita" al lugar.

Los turistas traen consigo dinero para gastar. Dependiendo del atractivo del lugar visitado y de la restricción presupuestaria del turista, éste se sentirá motivado a gastar algo de plata durante su visita. Lo importante es que el lugar visitado ofrezca tanto qué hacer y comprar que el turista gaste hasta el último dólar que haya presupuestado para su viaje y se marche contento a casa para recomendar a otros que el lugar donde vacacionó es excelente destino turístico.

¿Qué hace a un país turísticamente atractivo?

Esto le pregunté hace algún tiempo al experto internacional en turismo Peter Goldsmith(*), cuando coincidimos en la ciudad de Santiago de los Caballeros en una visita de negocios y conversamos extensivamente sobre el turismo como actividad económica. De acuerdo a Goldsmith, sol, arena y mar no son suficientes como para hacer de un país un atractivo turístico competitivo, estos elementos existen en distintas partes del mundo y los hay muy buenos, caros y altamente visitados. Lo que hace a un país turísticamente atractivo es su historia, su gente, su ambiente, esas particularidades que hacen al país genuino y único lo cual impresiona al visitante y le hace volver así como recomendar a otros que visiten ese lugar. Además es sumamente importante que el país sea accesible al turista (por vía aérea, terrestre, marítima y por telecomunicaciones) porque de este modo los promotores y operadores internacionales del renglón identificarán oportunidades de negocios redituables, trayendo y atrayendo más turistas.

El turismo no es solamente playa. En la medida en que el país ofrezca las condiciones para que los turistas puedan desplazarse y aventurarse libremente al interior del país visitado, mayores serán posibilidades de que el visitante gaste todo el dinero que presupuestó gastar para su viaje (y hasta más). Por lo tanto el turismo es además organización interna, seguridad, señalización, multiligüismo, etc.

El gasto del turista afecta positivamente a la economía porque contribuye a ampliar el mercado doméstico tanto para la producción nacional como para algunos bienes que se destinan al comercio internacional.

¿Es la pobreza del país un desaliento al turismo?

"De ninguna manera", respondió Goldsmith. El turismo debe ser respetuoso de la dignidad de la gente porque la gente misma es parte del atractivo turístico del país con su amabilidad y su cultura, de lo contrario muchos lugares en Asia, Africa y Latinoamérica los cuales son turísticamente atractivos y visitados no fueran los destinos concurridos que son.

¿Cuál es el turismo deseable y el indeseable?

El turismo indeseable es el que tiende a afectar negativamente la dignidad de la gente del país visitado. Cuando se daña la dignidad de la población se daña el negocio del turismo porque se crea resistencia en los habitantes del país frente a esta actividad económica afectando negativamente el importante atractivo de la gente (su amabilidad).

Es por eso que el negocio del turismo es altamente sensible y delicado, y requiere de una política oficial y empresarial bien coordinada así como un trabajo de organización y formación de la gente (sobretodo en el multilingüismo) bastante dedicado.

El turismo deseable es aquel que no daña la dignidad de la gente (ni su calidad de vida), pero que sí les da oportunidad de progreso el cual depende mucho del ambiente que creen los sectores público y privado en el ámbito de las políticas generales y sectoriales de desarrollo del país.

El turismo no es sólo arena, sol y mar, es gente, organización interna, historia, cultura, multilingüismo, entre otras muchas cosas.

(*) https://www.linkedin.com/profile/view?id=229806886



La multifuncionalidad de la agricultura: ¿raro neologismo para justificar barreras al comercio?


Por Odalis F. Marte
@ofmarte

La agricultura es definida como multifuncional en tanto que esta cumple con funciones adicionales a su rol principal de producción de alimentos y fibras. Estas funciones adicionales incluyen la seguridad alimentaria, la viabilidad rural, la protección del medio ambiente, conservación de suelos, diversidad de los ecosistemas así como la sanidad y fitosanidad nacional. Estas funciones son entendidas como externalidades positivas o beneficios no alimentarios de la agricultura por lo que denominan como “intereses no comerciales” (non-trade concerns –NTC) en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los defensores de la multifuncionalidad aducen que el sector agrícola representa directa o indirectamente una substancial parte del empleo y, en muchos casos, no existen muchas alternativas de ocupación en el campo fuera de la agricultura. En muchos países la cultura y las tradiciones están arraigadas en la vida rural, por lo que la calidad de la vida del campo así como los problemas sociales y ambientales frecuentemente son consecuencia de los procesos de urbanización por la migración que agranda las ciudades de forma superlativa. Además, la conservación de la biodiversidad  está ampliamente relacionada con la protección del paisaje agrícola. El paisaje rural aporta  valor de esparcimiento al aire libre el cual es un medio de educación medioambiental que armoniza adecuadamente con objetivos de políticas sociales, culturales y otras implementadas principalmente por los países desarrollados.

El incremento del comercio agrícola también aumenta el riesgo de que se introduzcan especies extrañas al ecosistema doméstico las cuales acarrean pestes y enfermedades que pueden afectar los cultivos y otras plantas y animales nativos. Además se entiende que una proporción adecuada de población en el campo dedicada a faenas agrícolas previene la seguridad alimentaria de cualquier choque externo que ponga en crisis el comercio internacional y la economía doméstica.

Frente al supuesto de que los beneficios no alimentarios pueden representar objetivos legítimos de política existe, en contraposición, la postura de que la multifuncionalidad ha sido mal usada como argumento para mantener políticas domésticas distorsionadoras. En los términos de los Acuerdos de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura (URAA, por sus siglas en inglés), el apoyo que un país suministra a su agricultura en atención a la multifuncionalidad debería estar relacionada con qué tan ajustada esté su política a los criterios de su denominada “amber box” lo cual constituye un conjunto de políticas que están sujetas a una reducción cuidadosa en el tiempo, bajo los téminos de la URAA. Algunos países pueden incrementar su apoyo a su agricultura sin violar estos acuerdos como, por ejemplo, Estados Unidos, Nueva Zelandia, Cánada y Australia; en cambio, Suiza, la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, quienes son los mayores defensores de la multifuncionalidad, tienen poco espacio para ello en vista de la alta protección que ofrecen a sus agriculturas.

Políticas de distorsiones mínimas previstas para los intereses no alimentarios

Un conjunto de políticas pueden ser contempladas para alcanzar los objetivos no alimentarios al calor de la multifuncionalidad de la agricultura. Algunas políticas distorsionan el comercio internacional más que otras. La tabla que se presenta más abajo compara ejemplos de instrumentos de política que tienen poco o ningún efecto distorsionador sobre el comercio, tales como:

·         Políticas que apuntan hacia un objetivo específico de productos no alimentarios que resultan en una mínima distorsión al comercio
·         Políticas que sin crear distorsiones alcanzan adecuadamente sus objetivos
·         Políticas que proveen beneficios no alimentarios indirectamente a través de los mecanismos de mercado las cuales crean mayores distorsiones.



Comparación de políticas de acuerdo a sus efectos sobre los mercados

 

Productos no alimentarios

Medioambiente:

Paisaje rural


Efectos mínimos en el mercado



Compra o transferencia de derechos de uso de la tierra

Altamente distorsionante



Subsidios a la producción que incrementa la rentabilidad relativa de la agricultura con respecto a otros sectores de la economía
Desarrollo Rural:
Viabilidad de las comunidades rurales



Infraestructura rural para apoyar la creación de trabajos no agrícolas

Políticas agrícolas vinculadas a la producción las cuales incrementan el producto en  tanto en zonas rurales como zonas marginales ricas
Seguridad alimentaria:

Asegurar la disponibilidad de oferta de alimentos



Provisión de almacenamiento público de alimentos


Subsidios a la producción para alcanzar la seguridad alimentaria

Fuente: Bohman et al (1999).



Consideraciones finales


Los principales proponentes de la multifuncionalidad son los países desarrollados, principalmente la Unión Europea, Japón y Corea del Sur; quienes mantienen disputas con Estados Unidos sobre liberalización del comercio agrícola.

Los países menos desarrollados que dependen de la agricultura como fuente de generación de riqueza son los mayores perjudicados del proteccionismo agrícola.

Ni la OMC, organismo internacional, o país cuestiona el derecho de las naciones de proteger sus intereses no agrícolas del sector rural, sin embargo, sí se cuestionan los instrumentos de política utilizados para alcanzar sus fines. La mayor problemática que se plantea es que la sobreprotección de la agricultura en atención a su multifuncionalidad se ha estado ejecutando con un alto costo de eficiencia interna la cual se transfiere lastimosamente al exterior mediante la distorsión de los mercados y el impedimento a que los países pobres agroexportadores alcancen una mayor participación en el comercio mundial y de acceder a las nuevas tecnologías agrícolas.


Las asociaciones empresariales de la República Dominicana pueden representar mejor a sus afiliados

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Las organizaciones empresariales en la República Dominicana suelen ser colectivos que agrupan principalmente a pequeñas y medianas empresas (pymes) familiares que operan en distintas actividades productivas. Como suele ser característico en toda economía de mercado, buena parte de la producción de bienes y servicios así como la generación de empleos descansa sobre los hombros de los pequeños negocios por lo que es importante que las políticas públicas en pos de generar empleos mantenga el apoyo al emprendimiento y las asociaciones empresariales representen adecuadamente los intereses de la mayoría de sus pymes asociadas.

Bajo este argumento, se debe esperar que las agrupaciones empresariales busquen influir en las políticas públicas en el orden de que las mismas aborden las problemáticas que adversan el ambiente de negocios relevante para las pymes, tanto en el orden económico, como institucional. No obstante, cabe preguntar si las directivas de las organizaciones empresariales conocen plenamente los principales problemas del grueso de sus empresas afiliadas y cabildean para que se solucionen los mismos.

El acceso al crédito, la estabilidad del servicio de electricidad, la seguridad ciudadana y la competencia desleal en el mercado (tanto desde las importaciones irregulares como de las prácticas monopólicas de algunas empresas grandes), son algunas de las inquietudes que más frecuentemente se reflejan en distintos sondeos de opinión empresarial, así como otros temas relacionados con la calidad de otros servicios públicos. No obstante, cabe preguntar, ¿están las asociaciones empresariales cabildeando activamente para que las políticas públicas aborden esas problemáticas? 


Aparentemente, las agendas de la dirigencia de las distintas organizaciones empresariales en la República Dominicana suelen ser sumamente amplias tendiendo a dispersarse por abarcar muchos temas que van desde asuntos político-institucionales hasta cuestiones macroeconómicas, temas que si bien son importantes su resolución tomaría tiempo, consenso político y bastos recursos de cabildeo. Ante esta situación, sería aconsejable considerar, primero, realizar estudios que establezcan las verdaderas preocupaciones de las empresas afiliadas de las asociaciones empresariales; en segundo lugar, fuera bueno ordenar las prioridades empresariales según la urgencia y buscar establecer alianzas público-privadas para establecer propuestas para solucionar cada situación y servir adecuadamente a los sectores productivos, especialmente las pequeñas y mdianas empresas.