De permitirse el turismo de estadounidenses hacia Cuba, sin ningún tipo de restricción, el turismo caribeño en general experimentaría un incremento de un 10% en visitas
Por Odalis F. Marte
Ante las recientes medidas de alivio del embargo económico (o “bloqueo”, como lo llaman los cubanos) de Estados Unidos sobre Cuba, cabe cuestionarse qué tan cerca está el final del embargo y qué impacto tendría sobre las economías del Caribe y Centroamérica la rehabilitación de Cuba como socio comercial pleno de Estados Unidos.Se puede conjeturar que Cuba tiene amplio potencial en la exportación (e importación) de varios bienes y servicios, en especial, de turismo siendo esa isla rica en historia, cultura, playa, sol, arena...
En el caso del potencial impacto de la normalización de Cuba como socio comercial de Estados Unidos sobre turismo en el Caribe, existe un estudio del Fondo Monetario Internacional, bajo la autoría de Rafael Romeu (“Vacation Over: Implications for the Caribbean of Opening U.S.-Cuba Tourism”, julio de 2008.http://www.imf.org/external/pubs/cat/longres.cfm?sk=21887.0) que ofrece una visión aproximada sobre cómo luciría el panorama turístico caribeño post apertura cubana. Este estudio estima el impacto en el Caribe ante una normalizaron bilateral del comercio turístico entre Estados Unidos y Cuba.
Una apertura de Cuba al turismo estadounidense representaría un cambio significativo en la industria del turismo caribeño. Tomando en cuenta el impacto en la oferta que resultaría como producto de una apertura hipotética de un flujo turístico estadounidense hacia Cuba, han comenzado a surgir preocupaciones en el mercado caribeño, sobre la necesidad de un reforzamiento ante una nueva presión competitiva (Cuba).
Las estimaciones del estudio relevan que el embargo estadounidense contra Cuba imponeun alto costo al turismo de residentes en Estados Unidos. Si el flujo de turistasestadounidenses hacia Cuba ocurriese sin ningún tipo de restricciones, el mercado se vería obligado a encontrar un nuevo equilibrio, ya que el más grande consumidor de servicios de turismo de la región se reencontraría por primera vez en más de cincuenta años con el mayor potencial productor de este servicio en la región.
Esta hipótesis se plantea a partir de la simulación de una liberalización comercial turística entre Cuba y Estados Unidos. El modelo utilizado para realizar ese ejercicio (modelo de gravedad o gravity model de la industria turística Caribeña), está basado en la optimización del consumo a través de productos internacionales diferenciados. La teoría utilizada contabiliza la cantidad de turismo entre países, tomando como base sus respectivos tamaños y costos comerciales.
Los resultados del estudio de Romeu sugieren que la apertura de Cuba no necesariamente perjudicaría al turismo hacia otros destinos del Caribe. De hecho, una liberalización turística bilateral entre Cuba y Estados Unidos incrementaría significativamente, la cantidad de visitas por internacionales a los países del Caribe. De esto ocurrir, no existe evidencia alguna en el estudio o cualquier data utilizada, de que los países vecinos deCuba, experimentarían pérdidas significativas en el sector de servicios turísticos.
Mientras Cuba pasaría a explotar sus servicios turísticos al máximo, el exceso de demanda pasaría en gran parte a derramarse hacia destinos turísticos vecinos. Este exceso de demanda conllevaría economías de escala en el área de servicios de la región, un efecto probablemente positivo para economías vecinas como la Republica Dominicana.
El turismo Europeo se vería reducido como porcentaje de visitas totales a la región caribeña en general, principalmente en Cuba. El estudio, además, señala que la liberalización turística bilateral entre Cuba y Estados Unidos no afectaría en ninguna forma negativa a tratados existentes entre países caribeños, como lo son CARICOM, NAFTA o la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (o el DR-CAFTA).
Una preparación óptima por parte de los destinos caribeños, con antelación a cualquier normalización potencial del turismo es considerada en este estudio. La eliminación de esta barrera reduciría significativamente el costo de desplazamiento turístico desde los Estados Unidos hacia Cuba. Cuba y los demás destinos turísticos caribeños deben de prepararse con antelación a un incremento del turismo estadounidense y una posible reducción de visitas por parte de los europeos.
Los países no caribeños con alta dependencia del turismo estadounidense deberán diversificar su clientela, ya que enfrentarán a un nuevo competidor de mercado con costos significativamente menores. Los competidores caribeños podrían experimentar bajas en visitas turísticas por parte de los Estados Unidos, y deberían enfocarse en diversificar más hacia países de otra cultura.
Por último, los resultados del estudio sugieren indican que de permitirse el turismo de estadounidenses hacia Cuba, sin ningún tipo de restricción, el turismo caribeño en general experimentaría un incremento de un 10% en visitas. Además, los turistas no-estadounidenses diversificarían sus visitas a países con relaciones coloniales o nacionales o que se especialicen en recibirlos. En cuanto a la capacidad de competir con Cuba, las islas caribeñas con más territorio tendrían mayor ventaja, lo cual es un punto a favor de laRepublica Dominicana.
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