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miércoles, 16 de enero de 2019

Modelo o estrategia de desarrollo económico de República Dominicana: del debate a la acción


Iniciamos el año 2019 con una importante discusión: ¿Deberíamos considerar un cambio de estrategia de desarrollo o ¨modelo¨ económico en la República Dominicana? Por un lado, un grupo de respetados economistas dominicanos critican el hecho de que las altas tasas de crecimiento económico que reporta el país no se reflejen en similar proporción en el bienestar del promedio de los dominicanos, en tanto, que otros economistas de alto nivel argumentan que los problemas de iniquidad social no se corrigen necesariamente cambiando la estrategia de desarrollo sino complementándola con políticas y reformas que faciliten el derrame de la expansión económica hacia los pobres.

En ambas posiciones hay mucha razón. Por un lado, el crecimiento de la economía dominicana ha sido sostenido por muchos años y sus efectos han sido transformadores en nuestra sociedad, lo que ha contribuido a reducir la pobreza monetaria, a elevar el empleo y un conjunto de indicadores socioeconómicos. Pero también es cierto que en este proceso de expansión han salido exponencialmente beneficiados los que más tienen. En efecto, si lo analizamos en términos de la propiedad de los factores de producción, notaremos que, a través de los años, ha sido el capital el factor de la producción que ha cosechado los beneficios del crecimiento de manera exorbitante, en tanto que el factor trabajo ha observado un ¨estancamiento secular¨en los salarios reales desde hace más de dos lustros.

Entonces, dicho esto, ¿que deberíamos hacer? Aquí el debate sigue abierto. Por un lado se plantea un aumento general de salarios nominales que, ante bajas presiones inflacionarias en el corto plazo, ayudaría a elevar los salarios reales. Otros entienden que se trata de un problema estructural que debería corregirse con políticas y reformas de largo plazo incluyendo mayor educación y entrenamiento laboral, mejores oportunidades de acceso al crédito y ambiente de negocios para el desarrollo del emprendimiento, principalmente a pequeña escala, como es el caso de las PYME, en tanto que otros analistas evocan las incumplida Estrategia Nacional de Desarrollo.

¿Quiénes tienen la razón? 

Las políticas públicas pueden combinar un conjunto de estrategias con resultados esperados en el corto, mediano y largo plazo para corregir males sociales y mejorar la calidad de vida de la población de manera permanente. Pero se debe tener claro cuáles son los problemas más importantes a corregir y utilizar una dosis adecuada de ciencia e intuición para mayor probabilidad de certeza en resolver problemas sin crear nuevas situaciones.

Si el problema principal es que en República Dominicana tenemos una sociedad compuesta por quienes lo tienen todo y quienes no tienen nada, lo que sería sistemáticamente reforzado por una economía pujante cuyos beneficios son colectados casi exclusivamente por el capital, entonces valdría la pena estudiar y considerar un conjunto de políticas y reformas económicas e institucionales tendentes a mejorar los salarios reales y facilitar el desarrollo de capacidades laborales y empresariales en la población. Considerando eso, se debe tomar en cuenta la política fiscal, la competitividad en el mercado interno (organización industrial), la política comercial, la política monetaria, entre otras, y nuestras instituciones políticas para analizar qué reformas son viables para mejorar la equidad social en medio de un crecimiento económico sostenido.


Obviamente, ese proceso no sería fácil y requeriría de decisión, visión, liderazgo y acuerdo social en una democracia representativa como la dominicana. 

martes, 2 de mayo de 2017

¿Debería administrarse el Gobierno como se gestiona una empresa privada?

Por Odalis F. Marte 
@ofmarte
La noción de que la administración pública debería manejarse con criterios de optimizar el valor de cada peso gastado o invertido, exigiendo un retorno como se espera de la gestión de una empresa privada exitosa no es nueva. En efecto, el debate viene de lejos, sin embargo, la administración estadounidense 2017-2021 la cual está encabezada por un hombre de negocios que juró presidir a su país bajo criterios empresariales ha alentado una discusión pública en Estados Unidos y en otros países en torno a si manejar el Gobierno como una empresa sería un propósito razonable.

Por un lado, algunos estiman que el sector público no puede ser manejado con criterios empresariales, entre otras razones, primero, porque el principal objetivo del gobierno es proveer bienes y servicios públicos sin ánimo de lucro, tanto para las poblaciones y áreas geográficas que rinden algún retorno al dinero gastado, como en las que no deja rédito cuantificable alguno, y sorteando diversos intereses sectoriales.

De hecho, recientemente, el presidente estadounidense admitió que era más trabajoso y difícil el empleo de gobernar a su país que dirigir sus negocios privados. Un gerente privado puede tomar decisiones rápidas y hacerlas ejecutar ágilmente, en cambio los procesos de toma de decisiones en el Gobierno pueden largos y tediosos,

En segundo lugar, como las decisiones que se toman desde el gobierno pueden beneficiar a algunos y perjudicar a otros, sus medidas deben considerar elementos concernientes al equilibrio económico, político y social, entre otros. Esto hace mucho más complejo dirigir un gobierno que liderar una empresa puesto que esta última suele regirse con el único objetivo de ganar dinero

En este punto, se puede advertir la dificultad balancear las finanzas públicas reduciendo gastos bajo un criterio contable, como se puede hacer en una empresa. En una democracia se supone que se gobierna para la mayoría pero la minoría puede buscar ser compensada, a veces con creces, sobre todo si se trata de los más ricos del país…

Por otro lado, quienes abogan por llevar criterios de eficiencia empresarial a la administración pública tienen un punto: el Gobierno recibe por medio de nuestros impuestos el dinero de todos el país, por lo que es su responsabilidad  gastarlo de manera responsable exigiendo algún tipo de retorno social y de externalidad positiva a cada peso gastado, de manera que se sirva adecuadamente al bien común y no al beneficio particular de ciertos individuos o grupos de poder. 

Los gobiernos deben rendir cuentas a la ciudadanía con la mayor transparencia sobre cómo está gastando el dinero de la nación y los ciudadanos deben tener los mecanismos para exigir esa información.



Los gobiernos difícilmente quiebran, aún cuando se les somete a las peores prácticas administrativas por largo tiempo, a diferencia de las empresasProbablemente, podrían haber elementos de las buenas prácticas de la administración de empresas aplicables a la gestión pública, aunque es claro que gobernar un país es distinto a manejar un negocio. Tal vez la administración de Gobierno se beneficiaría de emular algunas prácticas de las pequeñas empresas: tener cuidado con el gasto y cobrar cada peso debido para mantener el equilibrio necesario para su supervivencia financiera. 

martes, 4 de abril de 2017

La oferta de formación laboral para jóvenes respecto a la demanda específica en el sector empleador en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

A nivel global, los jóvenes enfrentan los desafíos de insertarse productivamente en un mercado laboral más complejo y que tiende a requerir de mayor nivel educativo para manejar procesos de producción más sofisticados, así como una mayor competitividad en la medida en que los movimientos migratorios que conlleva la globalización aceleran el desplazamiento de talentos en varios lugares del mundo. Este proceso parece más retador para las mujeres jóvenes al ser este género el que expande su nivel educativo de manera más acelerada, al menos en Occidente, especialmente en países en desarrollo como la República Dominicana.

Por otro lado, los jóvenes también se encuentran compartiendo y a veces compitiendo en un mercado laboral del cual sus mayores no han podido retirarse debido a los perjuicios que las más recientes crisis tuvieron sobre los niveles de vida y, particularmente, sobre las pensiones.

Además, los sistemas educativos han sido lentos en adaptar sus programas de formación a la velocidad que los empleadores  necesitan para minimizar los costos asociados al entrenamiento de nuevos empleados carentes de la experiencia precisa para elevar la productividad.



                                            Fuente: Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

En la República Dominicana, los más jóvenes enfrentan una tasa de desempleo sustancialmente mayor a la tasa de desempleo abierta general, que para finales de 2016 se ubicaba en 6.4%. Esta sucede en un momento es que, en términos de la estructura de edad de la población, una importante proporción de los dominicanos son jóvenes en edad de trabajar:

● En 2015 los jóvenes entre 15 y 29 años representaron el 36.5% de la Población en Edad de Trabajar, unos 2,809,885 
● Cerca de la mitad de los jóvenes en edad de trabajar están activos en el mercado laboral
● El mercado laboral dominicano presentaría importantes barreras a la incorporación productiva de los más jóvenes

Las mujeres jóvenes enfrentan un reto aún mayor: La mujer está afectada por una tasa de desempleo que es el doble de la que afecta a los hombres, lo que representa un importante desafío para las políticas públicas de aprovechar una mano de obra que tiene a mejorar su nivel educativo.

Fuente: BCRD. 

Cada año egresan de nuestras universidades decenas de miles de jóvenes que acuden a un mercado laboral que deja a muchos sin emplear y, en algunos casos, los emplea en trabajos distanciados de la formación profesional de esos recursos humanos.

 
Fuente: Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT).
¿Por qué a los jóvenes se les hace difícil encontrar empleo?

Según la Encuesta sobre la Transición de la Escuela al Trabajo aplicada en agosto 2015:
● por falta de puestos de trabajo (40.3% )
● por falta de experiencia (21.8%) 
● por falta de formación relevante (15.5%) 

Al parecer, hay nudos en el mercado de trabajo, pero también los hay en la oferta de educación terciaria en la República Dominicana. De este modo, la formación profesional tiende a concentrarse en determinadas carreras produciendo un exceso de oferta de abogados, contadores y otras áreas de negocios, entre otras, y un exceso de demanda por profesionales a nivel técnico e ingenieros. Esta situación sugiere que habría un problema de información por parte de los estudiantes y sus familias a la hora de seleccionar un plan de estudios, siendo este un punto que merece de mayor estudio.

Fuente: MESCYT.

Frecuentemente, el sector privado se queja de que escasea cierta mano de obra especializada:

● Representantes del sector turismo afirman que en las universidades se forma solo el personal gerencial (5% aprox.)
● Representantes de zonas francas han aducido la falta de técnicos en oficios tales como la mecánica industrial y otros vinculados al mantenimiento de bienes de capital
● Representantes del sector servicios han expresado que prefieren un personal orientado a resolver problemas, con capacidad de comunicación, trabajo en equipo y financieramente educado

La formación vocacional tendría espacio para mejorar la inserción de los jóvenes al trabajo…

Fuente: MESCYT.
Algunas observaciones

● El sistema educativo superior tiene el reto de mejorar su acoplamiento a la demanda de los empleadores
● El sistema está compuesto principalmente por estudiantes y docente de medio tiempo, pero los contenidos curriculares suponen tiempo completo 
● Esto cuestionaría si la duración y rigurosidad de los programas son adecuados ante los retos del mercado laboral

Las políticas públicas tienen un importante papel que jugar…

● Debe tenerse conocimiento de las profesiones demandadas
● En las discusiones de reforma laboral se argumenta mayor que flexibilidad ayuda a disminuir desempleo juvenil
● Se dan desencuentros ideológicos en esta discusión
● El debate debe incluir la elección entre proteger el empleo o proteger a los empleados…
Algunas referencias

● OIT (2016). Transiciones en el mercado de trabajo de las mujeres y hombres jóvenes en la República Dominicanahttp://ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_emp/documents/publication/wcms_533568.pdf
● Ramírez, N. (2016). Determinantes del desempleo en la República Dominicana: Dinámica temporal y microsimulaciones .http://www.bancentral.gov.do/biblioteca/documentos/pdf/ganadores/2016/primer.pdf
● ANJE (2015). Prioridades Empresariales y Áreas de Conocimiento en Programas Universitarios del Ámbito de Negocios. http://www.anje.org/app/do/publicaciones/encuesta.aspx
● Marte. O. (2014).  Necesitamos Formar Gente que Sepa Hacer Algo. http://odalisfmarte.blogspot.com/2014/07/necesitamos-formar-gente-que-sepa-hacer.html
● Marte, O. (2014).  Reforma del mercado laboral en la República Dominicana: ¿proteger el empleo o al empleado? http://odalisfmarte.blogspot.com/2014/06/reforma-del-mercado-laboral-en-la.html
● Ramírez, F. (2013) Oferta laboral en la República Dominicana: Tendencias y determinantes. http://www.bancentral.gov.do/bibliotecap/pdf/libros/Nueva_Literatura_Economica/2013.pdf





viernes, 31 de julio de 2015

El precio del agua debería reflejar su verdadero valor de mercado en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte
Lo primero que se enseña en economía es de la relativa escasez de los bienes y servicios producidos en relación a la gran cantidad de necesidades humanas que estos deben satisfacer. Por esa razón existen los mercados en donde la cantidad de productos ofertados en venta y la cantidad demandada para la compra se equilibran mediante los precios que finalmente los compradores y vendedores acuerdan de manera voluntaria. De este modo, los precios sirven como mecanismo para asignar los recursos en función de su disponibilidad (abundancia o escasez) para servir a las necesidades de la gente. En este sentido, bajo condiciones de relativa libertad de mercado, precios bajos indican abundancia del bien mientras que precios altos denotan escasez.

Dicho esto, el agua es un bien cuyo precio no refleja su relativa escasez en la República Dominicana, más bien, dado su muy bajo precio parecería ser un recurso elevadamente abundante.Pero, lastimosamente, esa no es la realidad. Cabe destacar que me refiero al agua dulce, la que puede ser utilizada para la agricultura y el consumo humano en general.

El agua debería reflejar su verdadero valor de mercado. Su precio no refleja su relativa escasez. No obstante, los hogares y las empresas suelen recibir agua a un precio subsidiado lo cual, combinado con asignaciones presupuestarias que limitan las inversiones necesarias en el sector, entre otras filtraciones habituales de recursos, previenen no sólo una cobertura adecuada del servicio de agua sino que, por el lado de la demanda, existen pocos incentivos para el uso racional del preciado líquido. Es más, una proporción importante de la producción de agua en la República Dominicana se pierde en el proceso de distribución al tiempo que otra proporción se desperdicia en las empresas y hogares usuarios de ese servicio.

El reto de política pública en este caso consiste en lograr un equilibrio entre la capacidad de las entidades productoras de agua para proveer el servicio en cantidad y calidad adecuadas, y los incentivos para el uso racional por parte de los consumidores finales. Este equilibrio implicaría una combinación de mayor asignación de recursos presupuestarios y tecnologías a las entidades productoras de agua, así como valoración adecuada de producto final a precios de mercado. Bajo esta visión de eficiencia de mercado, el Gobierno puede considerar focalizar algún tipo de subvención para los hogares más pobres.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Se debe saber aprovechar la caída en los precios del petróleo

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Para el cuarto trimestre de 2014, los precios internacionales del petróleo habían descendido a su nivel su nivel más bajo desde el año 2010. Se espera que se mantengan por debajo de 100 dólares el barril por lo menos hasta la segunda mitad de 2017.

Distintas razones se aducen para tal desplome. Se habla de una combinación de exceso de oferta del crudo debido a la mayor producción en los Estados Unidos junto a una caída en la demanda mundial por la ralentización de la economía las economías emergentes, especialmente China, así como el pobre desempeño de Japón y la Eurozona. Como frecuentemente sucede, no falta una teoría de la conspiración en el sentido de que hay quienes atribuyen la caída de los precios a un plan de Arabia Saudí para quebrar a los productores de petróleo y gas de esquito de los Estados Unidos, los cuales necesitarían de un precio mínimo de alrededor de 70 dólares para ser rentables.

El viernes 28-11-2014 el WTI cerró en $66 el barril
Fuente: The New York Times


Cualquiera que sea la causa de la caída de los precios del petróleo, no debe tomarse como una situación permanente por lo que los hacedores de política económica en los países importadores tienen la oportunidad de aprovechar esta situación para corregir cargas distorsionantes y hasta insostenibles en sus finanzas públicas. En este sentido, varios países en Asia están programando recortes de subsidios en los carburantes.

En el caso de la República Dominicana, la caída en los precios internacionales del petróleo debería servir para reducir el subsidio eléctrico y establecer la ¨tarifa técnica¨, es decir el cargo mínimo por consumo de electricidad tal que se cubran los costos la electricidad servida. Se debe recordar que el último acuerdo con el FMI perimió sin que se hubiera logrado esa meta, debido a que el gobierno dominicano no encontraba políticamente factible realizar un ajuste tarifario que, aunque escalonado, era de alrededor de 18 por ciento.

El Gobierno dominicano tiene los medios técnicos y los conocimientos para, si lo considera necesario, disponer de subvencionar exclusivamente los más pobres de la población con una tarifa eléctrica por debajo del costo de producción del servicio. Existe más conciencia que en el pasado de que la electricidad debe servirse similar a como se comercializan las telecomunicaciones, por eso compartimos la opinión de que debería ser ofrecida por empresas privadas (que, de por sí, generan en la actualidad más de la mitad de la energía que se distribuye en la República Dominicana) bajo una superintendencia en ejercicio de sus plenas facultades técnicas.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Sobre la economía del transporte en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

 El sistema de transporte genera una importante externalidad que puede impulsar(dañar) los niveles de productividad en una economía. Un sistema de transporte de pasajeros y de carga eficiente puede mejorar el ambiente de negocios potenciando la expansión de la empresa e inversión privadas y la calidad de vida de la población en general. Por un lado, contar con un sistema de transporte público adecuado y seguro puede contribuir a reducir los congestionamientos de tráfico urbano al disminuir la necesidad de conducir en vehículos privados para actividades tan cotidianas como ir a los centros laborales y escolares. Por otro lado, tener un sistema de transporte de carga que funcione con relativa eficiencia puede contribuir con la competitividad de la economía al influir en los costos de distribución de la producción.

En lo concerniente a las infraestructuras, contar con calles y carreteras en buen estado constituye un importante componente del sistema de transporte de un país e influye en los costos operativos de la transportación de personas y mercancías.

En la República Dominicana habría alrededor de 12 entidades gubernamentales vinculadas al sector transporte. Entre las más visibles están la Oficina para el Reordenamiento del Tránsito (OPRET), Dirección General de Transporte Terrestre (DGTT), Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA)... La dispersión de esfuerzos y duplicidad de funciones alrededor del transporte de pasajeros y de carga en la RD implica un uso irracional de los recursos lo cual se refleja en el caos en que se desenvuelve el sector. En nuestra opinión, sería económicamente más racional crear un ministerio de transportes.

En países ordenados, el sistema de transporte suele ser regulado por un ministerio especializado. Este planifica sus necesidades de operación, ordenamiento y expansión. Una política de transporte requiere de un ente técnico creíble que establezca estategias de desarrollo del sistema, con la suficiente autoridad para interactuar efectivamente con los actores del mercado transportista y el soporte de una política de estado comprehensiva y sostenible en el tiempo.

Muchos mercados en la están severamente distorsionados por la escasa o nula competencia, ej.:transporte, banca, seguros. El monopolio de transporte de carga en la es casi un ejemplo de libro de texto de ineficiencia en ausencia de competencia. El transporte de carga en RD es realizado, principalmente, por camiones desvencijados, a pesar de las altas tarifas... Por su lado, el transporte de pasajeros es extremadamente ineficiente e inseguro al combinar unidades pequeña y de muchos años de antigüedad.

El transporte debe visto como un negocio que opera en un mercado que puede ser tan competitivo como lo estimule su ente regulador, el transportista ofrece un servicio y el mismo le debe rendir beneficios para poder operar privadamente; el pasajero es el demandante de debería recibir un servicio acorde con el valor que paga por su pasaje. En ese sentido, como primer paso hacia el reordenamiento del sistema en la República Dominicana el Estado debe recuperar la propiedad de las rutas de transporte de pasajero y regular efectivamente mercado del transporte de carga.

lunes, 7 de julio de 2014

Necesitamos formar gente que sepa hacer algo

Por Odalis F. Marte
@ofmarte
Varias empresas han sufrido en algún momento una carencia de personal técnico con cierto grado de calificación en profesiones vocaciones tales como electricidad (doméstica e industrial), electrónica (electrodomésticos, tecnológicos, etc.), mecánica (automotriz e industrial)desabolladura y pintura, ebanistería, plomería, oficios artesanales, entre otrooficios.

Las profesiones técnico-vocacionales proveen servicios que ayudan a sustentar el desenvolvimiento de las distintas actividades económicas y suelen ser un soporte importante para el mantenimiento de la vida útil de los bienes de capital (maquinarias, equipos, edificios) de las empresas y entidades gubernamentales y sin fines de lucro.

Además, los servicios de reparaciones de diferentes artículos de consumo duradero tales como electrodomésticos, computadoras,tablets, celulares y equipos de oficina en general, automóviles, entre otros, así como maquinarias y equipos industriales son medios efectivos para ahorrar divisas al país, necesarias para la importación de bienes y servicios de gran importancia para el desarrollo económico nacional.

Los oficios técnico-vocacionales suelen ser relativamente bien pagados incluso, en muchos casos, mejor que algunas profesiones que requieren de formación universitaria porque agregan valor a las empresas que les contratan. Además, son profesiones que pueden hacer de sus peritos potencialesempresarios y empresarias.

A pesar de la importancia de estas profesiones para el equilibrio del mercado laboral y el soporte de la producción de bienes y servicios, la educación dominicana no está formando esta clase de recursos humanos en cantidad y calidad suficientes. La educación secundaria forma bachilleres exclusivamente para las universidades. Las universidades forman titulados que las empresas deben entonces “reformar” y actualizar… Todo esto sucede mientras escasean, por ejemplo, electromecánicos, mecánicos industriales…, técnicos que entiendan las nuevas tecnologías (cada vez más sofisticadas), que sepan mantener, reparar (no “punchar”) los aparatos que se les confían para su arreglo.
El Instituto Nacional de Formación Técnico-Profesional (INFOTEP) ha implementado por años un sistema dual de formación vocacional que involucra el entrenamiento simultáneo centro de capacitación-empresa, de forma tal que el aprendiz se capacita en el Instituto al tiempo que va aplicando sus conocimientos en una empresa relacionada con su área de especialización, a modo de pasantía.

El sistema dual no sólo forma las ocupaciones técnicas sino que se puede considerar como generadora de externalidades positivas para la empresa privada. Puede resultar más económico captar nuevos talentos mediante este sistema.

Cabe destacar que hay otros centros educativos de carácter regional que forman jóvenes en distintas vocaciones, algunos de los cuales ejercen sus oficios con éxito profesional. Tales son los casos de algunos institutos politécnicos, como el Loyola de San Cristóbal o la Escuela Agrícola Salesiana en La Vega, por sólo mencionar algunos de los pocos centros existentes en la República Dominicana.  

Dentro de los muchos ámbitos de diálogo y consenso entre los sectores público y privado, la educación técnico – vocacional debería escalar en sus prioridades bajo un esfuerzo conjunto de mejorar la productividad de nuestra mano de obra. Cada vez tenemos más jóvenes titulados en nuestras universidades, pero tendría un efecto sumamente positivo sobre nuestras empresas y hogares si supliéramos a nuestro mercado laboral con más técnicos. En algunas ocupaciones vocacionales los jóvenes pueden desarrollar incluso su talento empresarial.

jueves, 3 de julio de 2014

La Estabilidad social es un elemento básico para el desarrollo

Por Odalis F. Marte
La estabilidad social puede ser entendida como el firme equilibrio entre los diferentes sectores que actúan autónomamente en la vida social, de forma tal que las acciones de un grupo específico en detrimento de otros intereses particulares no puedan producir conflictos en los que potencialmente se lesionen con relativa facilidad los derechos individuales y/o de propiedad. La misma implica una constante armonía en los ámbitos de los quehaceres político, empresarial, sindical, cultural, deportivo, religioso, comunitario, etc.

La base de la estabilidad social está sustentada en las instituciones (la familia, la propiedad, el Estado, etc.), las cuales son entidades de entero crédito que reglamentan y regulan las relaciones humanas en las diferentes áreas de actividad. Estas se establecen por derecho y son legitimadas por la efectividad de su ejercicio.

Uno de los problemas que afectan considerablemente el desarrollo económico, social y hasta mental de una nación es su base político-institucional. Si existen reglas de juego claras, leyes establecidas para prevenir y sancionar violaciones a los derechos individuales así como la autoridad legítima y legalmente establecida para hacer cumplir la Ley e informar sobre la misma entonces habrá un ambiente adecuado para el desarrollo del ingenio empresarial.

El economista y politólogo austríaco-estadounidense Joseph A.Schumpeter (1883-1950) en sus estudios sobre el desarrollo de la economía de mercado habría de concluir que un elemento importante del que depende el desarrollo económico sería la tasa de talento empresarial dispersa en una nación, pero la abundancia o escasez de talento empresarial dependía del ambiente socio-cultural, es decir, de aquellas instituciones que permiten que el ser humano concentre sus esfuerzos en crear nuevas cosas (como nuevos negocios o empresas), innovar (mejorando lo existente), inventar (utilizando la imaginación para producir algo nuevo que resuelva un problema); esas son las instituciones políticas.

                        

El empresario o empresaria que define Schumpeter es un innovador que no necesariamente es motivado por los beneficios que consigue en sus negocios sino por la satisfacción de crear algo (un nuevo producto, una nueva empresa, un cambio tecnológico). El desarrollo se produce cuando los empresarios y empresarias introducen innovaciones que hacen que la productividad salte a un nivel mayor al anteriormente establecido antes de producirse el cambio. El empresario no es necesariamente un capitalista o inversionista: puede ser un inventor, un ejecutivo, artista, etc. Los cambios tecnológicos son aplicaciones de conocimientos científicos y artísticos al mejoramiento de la productividad, pensemos en el arte y la ciencia que se utiliza para producir computadoras, tablets, teléfonos celulares y otros dispositivos móviles, y los programas para que sus aplicaciones mejoren la producción.

Las inversiones de largo plazo – que son las que suelen generar empleos y ocupar el talento empresarial requieren de visión, saber hacia dónde vamos, de que los hombres y las mujeres de negocios puedan estimar con poco margen de error cuál sería su demanda efectiva. Esto es posible cuando existe estabilidad social, lo cual no necesariamente implica falta de evolución o cambio según avanzan los conocimientos humanos. Por lo tanto, emplazamos a los políticos, la sociedad civil y a nosotros mismos a trabajar en pos de crear el ambiente sociocultural adecuado al desarrollo de más empresarios y empresarias que pueblen de negocios e innovaciones nuestra sociedad. Esto lo conseguiremos fortaleciendo nuestra base político-institucional.

martes, 3 de junio de 2014

Sobre la necesidad de reformas en el mercado laboral

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Desde la década de los '90, América Latina y el Caribe han encarado reformas tendentes a estabilizar sus economías y retomar el crecimiento. De este modo, se han producido cambios estructurales al avanzarse en reformas comerciales, cambiarias, financieras, tributarias, del Estado (privatizaciones), entre otras; sin embargo, la evidencia sugiere que se ha hecho muy poco en el campo laboral.

En materia de reforma tributaria, esta por lo general ha sido profunda y se ha caracterizado por la búsqueda de neutralidad, simplificación legal y administrativa, y el aumento de las recaudaciones. Los impuestos al comercio exterior han ido siendo substituidos por mayor tributación doméstica, pasando a bajar de un promedio regional de 29.9% a un 16.6%. Varios países han buscado gravar más el consumo a fin de disminuir las distorsiones en las decisiones de consumo y ahorro; sin embargo, las recaudaciones por concepto de impuesto al valor agregado (IVA) son menores a su potencial debido a las exclusiones de bienes y a las dificultades de administración y control lo cual limita la neutralidad de este impuesto. Se han reducido las tasas a las ganancias de las empresas mientras se han mantenido (por razones de equidad) tasas diferenciadas, menores que en otros tiempos, a los ingresos personales.

La mayor neutralidad y simplificación ha disminuido el grado de dispersión de la tributación efectiva de los distintos sectores económicos reduciéndose la carga a los más productivos mientras empiezan a tributar sectores antes exentos los cuales suelen ser menos productivos; las menores distorsiones han implicado un mejoramiento en la asignación de recursos y un uso más intensivo de factores en las empresas. No obstante, los impuestos y contribuciones al trabajo raras veces han sido afectados por estas reformas.

Las reformas financieras se han concentrado en reducir o eliminar los programas de crédito dirigido, liberar las tasas de interés, reducir los coeficientes de encaje y establecer sistemas modernos de regulación bancaria. El sistema de regulación y vigilancia prudencial que han alcanzado varios países se consideran razonables dado el nivel de desarrollo de su mercado financiero; la reforma en este sector ha implicado aumento del crédito, de la diversidad de servicios financieros, así como una mayor movilidad del capital y una disminución de su costo.

En el campo de las privatizaciones, la región ha estado lidereando este proceso en el mundo, sin embargo, este proceso es irregular entre países. Esta reforma ha abierto servicios al sector privado así como a la inversión extranjera y ha significado en algunos casos un porcentaje importante del PIB. Las privatizaciones han alterado las demandas relativas de trabajo y capital al menos en algunos sectores, elevando la necesidad de flexibilidad laboral.

Reformas estructurales implementadas en América Latina y el Caribe a partir de mediados de los años 1980


Tipo de reforma


Modo de implementación
Apertura comercial y cambiaria

Por política de shock
Reforma tributaria

Por política de shock
Liberalización financiera

Por política de shock
Privatizaciones

Por política de shock
Reforma Laboral

Gradual

Problemática en el mercado laboral

Pocos países de América Latina han ejecutado reformas al mercado laboral. Las reformas realizadas se han limitado a moderar los costos de despido y a facilitar la contratación temporal de trabajadores.  El régimen tradicional de estabilidad laboral y protección contra el desempleo, la enfermedad y la vejez no siempre ha funcionado, ya que los altos e inciertos costos de despido han inducido a una alta rotación laboral, y los elevados costos extrasalariales han propiciado la informalización. Los altos costos de despido y las restricciones a los contratos temporales limitan severamente la flexibilidad laboral en un número grande de países.

En contraste a otras reformas ejecutadas en América Latina y el Caribe, las laborales no solamente han sido escasas sino que han sido adoptadas como terapias graduales, no de shock como ocurrió en otros mercados reformados. Las reformas en los sistemas de pensiones, cuando han ocurrido, han sido por lo general escasas y graduales.

Las reformas suelen tomarse en respuesta a grandes crisis. Esto es así porque las crisis hacen que la situación anterior a la reforma resulte tan costosa que los diferentes grupos de conflicto dentro de la sociedad se ponen de acuerdo más rápidamente acerca de la necesidad de reformas. Si las rigideces en el mercado laboral no se perciben como un componente importante de una gran crisis, entonces los cambios operarán más lentamente, mediatizados por los diferentes grupos de intereses. Uno de los problemas más importantes a encarar en una reforma es cómo se concilian los intereses de los grupos específicos frente al efecto redistribuidor de una reforma, en el cual algunos ganan y otros pierden.  La oposición a las reformas proviene de grupos que no ven claro si se beneficiarán de las misma o por temor a ver erosionados sus derechos adquiridos; la compensación es un tema de discusión, sin embargo, es posible que los perdedores en una reforma no crean que serían compensados por los ganadores en el ámbito de una democracia. Hay casos frecuentes en que las reformas son impuestas y éstas luego pasan a ser apoyadas por los grupos que antes se les oponían, como se evidenció en Chile al pasar de la dictadura a la democracia.

La legislación laboral, por lo general, está orientada a proteger los puestos de trabajo, es decir, los ingresos de los trabajadores por lo cual suele ser rígida. Esta es la razón por la cual en vez de contemplar subsidios contra el desempleo, varias legislaciones laborales prescriben compensaciones por cesantía a los trabajadores despedidos. La situación económica de la empresa no se considera como causa justa para terminar una relación laboral. Sólo en el Caribe Anglófono, Chile y Argentina se considera la situación de la empresa como causa justa de despido.

Hay países en donde se acumula en una cuenta individual un fondo especial de cesantía a partir de una fracción del salario anual del trabajador el cual, ajustado por los rendimientos normales de mercado, se pone a disposición del trabajador al momento en que se da término (por cualquier razón) a la relación laboral. Esta modalidad incorpora menos distorsiones en el mercado puesto que da cierto margen de flexibilidad; esto es así si (i) existe certidumbre para el trabajador y la empresa acerca del monto de la transferencia, (ii) existe una relación transparente entre aportes y pagos y (iii) el ahorro que hace la empresa no excede a lo que quisiera acumular el trabajador para prevenirse contra pérdida del empleo. En efecto, el sistema funciona como un seguro contra el desempleo, donde el trabajador, a cambio de un salario más reducido, acumula en una cuenta individual un fondo de cesantía que recibiría al término de su relación laboral.

Las debilidades de este sistema consisten en 1) No se distingue entre despido arbitrario y despido originado por necesidad económica, 2) Indemnización por despido concebida como impuesto y no como seguro por desempleo, 3) Falta de transparencia en los aportes (los trabajadores perciben la indemnización como un derecho adquirido mientras las empresas lo perciben como un impuesto), 4) Falta de provisionamiento adecuado por parte de las empresas (las empresas pueden utilizar para sus actividades corrientes estos fondos que son adeudados a los trabajadores), 5) Costos elevados para empresas con actividad económica fluctuante, 6) Fórmula de cómputo con base en el  último salario (un aumento salarial repercute en la actualización de la deuda existente, tanto mayor cuanto mayor es la antigüedad del trabajador), 7) Existencia de incentivos a forzar despidos por parte de trabajadores (cuando quiere cambiar de trabajo y bajo condiciones de escaso desempleo, cuando no existe un tope máximo de acumulación de indemnización; esta parte incorpora rigideces en el mercado laboral porque enrarece la relación empleador-emplado).

Respuesta del empleo al crecimiento económico de la mitad de los 1990 para diferentes países

País
Variación en puntos porcentuales del desempleo ante  un 10% de crecimiento del PIB
Estados Unidos
4.0
Canadá
4.0
Chile
4.0
Uruguay
3.0
Venezuela
3.0
Argentina
2.0
México
2.0
Perú
1.5
Brasil
1.5
Francia
1.5
Alemania
1.5
Japón
1.0


La evidencia demuestra la necesidad de reformar los mercados laborales en América Latina y El Caribe. Estas reformas deben de cambiar los mecanismos de protección y regulación laboral, de forma que maximicen la protección al trabajador a un mínimo costo en términos de eficiencia. Se debe elegir si beneficiar a los que ya trabajan y tienen derechos adquiridos frente a los desempleados o los que pronto se incorporarán al mercado laboral. Debe establecerse una distinción clara entre despido arbitrario y el originado por condiciones económicas adversas; además se debe adoptar una modalidad de reforzamiento del vínculo entre la contribución y el pago mediante la creación de un fondo de cesantía o la conversión de la indemnización por despido en un seguro de desempleo, tomando, en este último caso, las medidas necesarias para prevenir posibles incentivos perversos hacia alguna de las partes.

Basado en el ensayo “La legislación laboral en el proceso de reformas estructurales de América Latina y el Caribe” de Eduardo Lora y Carmen Pagés.  BID, 1996.