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miércoles, 16 de enero de 2019

Modelo o estrategia de desarrollo económico de República Dominicana: del debate a la acción


Iniciamos el año 2019 con una importante discusión: ¿Deberíamos considerar un cambio de estrategia de desarrollo o ¨modelo¨ económico en la República Dominicana? Por un lado, un grupo de respetados economistas dominicanos critican el hecho de que las altas tasas de crecimiento económico que reporta el país no se reflejen en similar proporción en el bienestar del promedio de los dominicanos, en tanto, que otros economistas de alto nivel argumentan que los problemas de iniquidad social no se corrigen necesariamente cambiando la estrategia de desarrollo sino complementándola con políticas y reformas que faciliten el derrame de la expansión económica hacia los pobres.

En ambas posiciones hay mucha razón. Por un lado, el crecimiento de la economía dominicana ha sido sostenido por muchos años y sus efectos han sido transformadores en nuestra sociedad, lo que ha contribuido a reducir la pobreza monetaria, a elevar el empleo y un conjunto de indicadores socioeconómicos. Pero también es cierto que en este proceso de expansión han salido exponencialmente beneficiados los que más tienen. En efecto, si lo analizamos en términos de la propiedad de los factores de producción, notaremos que, a través de los años, ha sido el capital el factor de la producción que ha cosechado los beneficios del crecimiento de manera exorbitante, en tanto que el factor trabajo ha observado un ¨estancamiento secular¨en los salarios reales desde hace más de dos lustros.

Entonces, dicho esto, ¿que deberíamos hacer? Aquí el debate sigue abierto. Por un lado se plantea un aumento general de salarios nominales que, ante bajas presiones inflacionarias en el corto plazo, ayudaría a elevar los salarios reales. Otros entienden que se trata de un problema estructural que debería corregirse con políticas y reformas de largo plazo incluyendo mayor educación y entrenamiento laboral, mejores oportunidades de acceso al crédito y ambiente de negocios para el desarrollo del emprendimiento, principalmente a pequeña escala, como es el caso de las PYME, en tanto que otros analistas evocan las incumplida Estrategia Nacional de Desarrollo.

¿Quiénes tienen la razón? 

Las políticas públicas pueden combinar un conjunto de estrategias con resultados esperados en el corto, mediano y largo plazo para corregir males sociales y mejorar la calidad de vida de la población de manera permanente. Pero se debe tener claro cuáles son los problemas más importantes a corregir y utilizar una dosis adecuada de ciencia e intuición para mayor probabilidad de certeza en resolver problemas sin crear nuevas situaciones.

Si el problema principal es que en República Dominicana tenemos una sociedad compuesta por quienes lo tienen todo y quienes no tienen nada, lo que sería sistemáticamente reforzado por una economía pujante cuyos beneficios son colectados casi exclusivamente por el capital, entonces valdría la pena estudiar y considerar un conjunto de políticas y reformas económicas e institucionales tendentes a mejorar los salarios reales y facilitar el desarrollo de capacidades laborales y empresariales en la población. Considerando eso, se debe tomar en cuenta la política fiscal, la competitividad en el mercado interno (organización industrial), la política comercial, la política monetaria, entre otras, y nuestras instituciones políticas para analizar qué reformas son viables para mejorar la equidad social en medio de un crecimiento económico sostenido.


Obviamente, ese proceso no sería fácil y requeriría de decisión, visión, liderazgo y acuerdo social en una democracia representativa como la dominicana. 

sábado, 5 de mayo de 2018

Bancos contribuyen a reducción de emisiones de carbono en República Dominicana


Varios bancos en la República Dominicana están contribuyendo a los esfuerzos nacionales de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mientras amplían sus carteras de préstamos. Contribuyen mediante dos vías: financiando proyectos de eficiencia energética y de generación de energías limpias, y mediante la adopción de acciones de negocio amigables al medio ambiente.

La cartera de préstamos “verdes” crece moderadamente, pero tiene un gran potencial. Muchas empresas de distintos tamaños y actividades económicas están accediendo a préstamos bancarios para financiar la adquisición de equipos de generación de energías limpias in situ o de algún otro tipo de bien de capital de ahorro energético, entre otros.

Dentro de las acciones implementadas, se pueden destacar las instalaciones de paneles fotovoltaicos para la generación y uso de energía solar en varias sucursales, la reducción del uso de papel incluyendo el envío por correo electrónico de los estados bancarios de sus clientes, el creciente uso de la banca en línea para distintas transacciones bancarias incluyendo pagos de tarjetas de crédito y préstamos, así como pago de servicios de agua, electricidad, telecomunicaciones, entre otros. Con ello, reducen sus costos al tiempo que aumentan sus prácticas de responsabilidad social corporativa.


Los clientes personales y corporativos de la banca tienden a utilizar menos dinero en efectivo, lo cual contribuye a reducir la necesidad de traslado a las oficinas bancarias y, potencialmente, el uso de medios de transporte que podrían ser contaminantes. No obstante, si bien se está avanzando, hay un gran camino por recorrer en tanto los agentes económicos reduzcan su alta preferencia por la liquidez de manera más aceleradas.


La reciente decisión de importantes bancos de unificar sus cajeros automáticos (ATM) bajo una sola red sería un paso trascendental si bajo esa acción se combina una ampliación de su cobertura conjuntamente con una reducción de unidades de ATM[1]. Si se toma en consideración que estos aparatos, dependiendo de su tipo, marca y año de fabricación, pueden consumir diariamente 5.52kWh sin incluir que muchos son instalados en sitios climatizados para una temperatura adecuada para el equipo. Además, los ATM suelen ser utilizados, por menos de una cuarta parte de las 24 horas/7 días en que se mantienen encendidos[2].




jueves, 6 de julio de 2017

¿Por qué la gente suele percibir erróneamente que la inflación es más alta de lo que realmente es?

Por Odalis F. Marte*
@ofmarte

Frecuentemente se escuchan personas opinar que para ellos la inflación es más alta de lo que reportan las estadísticas oficiales siempre formulando la pregunta de ¿usted va al supermercado? La respuesta podría parecer obvia para un economista o un experto en estadísticas, pero no necesariamente así para el resto de la humanidad. Sabemos que la tasa de inflación suele calcularse como la variación porcentual del índice de precios al consumidor (IPC). El IPC es un promedio ponderado que se construye a partir de una canasta de grupos de bienes representativos del consumo de la población.

En el caso de la República Dominicana, el gráfico a continuación muestra cuánto pesa cada grupo de bienes en la canasta, destacándose que los bienes agrupados en Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, Transporte y Vivienda representan poco más de la mitad de esos grupos de bienes. Por lo tanto, cuando se utilizan los precios observados en el supermercado, se estaría haciendo referencia a los precios de los alimentos que representa 25.10% de la canasta de bienes utilizados en el cálculo del IPC.

Grupos de alimentos que componen la canasta base de cálculo del IPC en la República Dominicana

Fuente: Banco Central de la República Dominicana
Que el público crea que la inflación es más alta que lo que revelan los datos oficiales no es un fenómeno exclusivo de un país en particular. De este modo, los estadounidenses, los británicos y los japoneses, por ejemplo, consistentemente opinan que perciben una inflación superior. La razón de esto no es clara.

En agosto de 2012, el corresponsal económico Jacob Goldstein, coanfitrión de Planet Money, un programa de la Radio Pública Nacional de Estados Unidos (NPR, por sus siglas en inglés) que simplifica para su audiencia las complejidades de la economía, publicó un interesante artículo titulado Everybody Always Thinks Inflation Is Higher Than It Really Is (Todo el mundo siempre piensa que la inflación es más alta de lo que realmente es). 

Goldstein indagó sobre por qué la gente en Estados Unidos (y en otros países) tendía a creer que la inflación era más alta de lo que mostraban las cifras oficiales, lo que le llevó a revisar algunas investigaciones que estudiaron esa percepción.

Evolución de la inflación en los Estados Unidos de América (las áreas sombreadas corresponden a períodos de recesión)

En este sentido, Goldstein encontró la explicación que buscaba en el estudio de Georganas, Healy y Li (2014)  en donde encuentran que los consumidores tienden a fijarse en los precios de los bienes que compran con más frecuencia (sesgo de frecuencia), los cuales suelen ser bienes de consumo inmediato como son los alimentos, pero  tienden a obviar que muchos bienes de consumo duradero han tendido a experimentar aumentos de precio más moderados y, en algunos casos, hasta a bajar de precio a lo largo del tiempo. De este modo, el público se refiere a los precios de los bienes que compra con más frecuencia como referencia de la inflación de toda la economía cuando un grupo de bienes, por ejemplo, los alimentos en el caso dominicano representan sólo una cuarta parte de la canasta de bienes que entran en el IPC, base de cálculo de la inflación.

Más aún, el coautor del estudio Paul J. Healy, de la Universidad Estatal de Ohio, dijo en una entrevista con Jacob Goldstein que la gente tiende a notar más cuando los precios suben y a no darle igual importancia a cuando los precios bajan. Esto porque el público suele fijarse más en las malas noticias que en las buenas…

Esta es una discusión que ha de continuar debido a que algunos economistas académicos y hacedores de política económica suelen creer que la eficacia de la política monetaria depende más de la percepción de tasa de inflación que la tasa real de inflación calculada (Bernanke, 2007; Blanchard et al., 2010). Mientras tanto, extender la educación ciudadana sobre lo que es realmente la tasa de inflación (y su diferencia con lo que llamamos “el costo de la vida”) deberá seguirnos ocupando por tiempo extendido.
* Las opiniones expresadas en este escrito son de la exclusiva responsabilidad de su autor.

Referencias

Bernanke, B.S., 2007. Inflation expectations and inflation forecasting. Speech at NBER Summer Institute Monetary Economics Workshop.
Blanchard, O., Dell'Ariccia, G., Mauro, P., 2010. Rethinking macroeconomic policy. J. Money Credit Bank. 42, 199–215
Georganas, Healy y Li (2014). Frequency bias in consumers' perceptions of inflation: An experimental study. http://healy.econ.ohio-state.edu/papers/Georganas_Healy_Li-InflationExperiment.pdf.

Goldstein, Jacob (2012). Everybody Always Thinks Inflation Is Higher Than It Really Is. http://www.npr.org/sections/money/2012/08/15/158832170/everybody-always-thinks-inflation-is-higher-than-it-really-is?sc=tw

martes, 4 de abril de 2017

La oferta de formación laboral para jóvenes respecto a la demanda específica en el sector empleador en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

A nivel global, los jóvenes enfrentan los desafíos de insertarse productivamente en un mercado laboral más complejo y que tiende a requerir de mayor nivel educativo para manejar procesos de producción más sofisticados, así como una mayor competitividad en la medida en que los movimientos migratorios que conlleva la globalización aceleran el desplazamiento de talentos en varios lugares del mundo. Este proceso parece más retador para las mujeres jóvenes al ser este género el que expande su nivel educativo de manera más acelerada, al menos en Occidente, especialmente en países en desarrollo como la República Dominicana.

Por otro lado, los jóvenes también se encuentran compartiendo y a veces compitiendo en un mercado laboral del cual sus mayores no han podido retirarse debido a los perjuicios que las más recientes crisis tuvieron sobre los niveles de vida y, particularmente, sobre las pensiones.

Además, los sistemas educativos han sido lentos en adaptar sus programas de formación a la velocidad que los empleadores  necesitan para minimizar los costos asociados al entrenamiento de nuevos empleados carentes de la experiencia precisa para elevar la productividad.



                                            Fuente: Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

En la República Dominicana, los más jóvenes enfrentan una tasa de desempleo sustancialmente mayor a la tasa de desempleo abierta general, que para finales de 2016 se ubicaba en 6.4%. Esta sucede en un momento es que, en términos de la estructura de edad de la población, una importante proporción de los dominicanos son jóvenes en edad de trabajar:

● En 2015 los jóvenes entre 15 y 29 años representaron el 36.5% de la Población en Edad de Trabajar, unos 2,809,885 
● Cerca de la mitad de los jóvenes en edad de trabajar están activos en el mercado laboral
● El mercado laboral dominicano presentaría importantes barreras a la incorporación productiva de los más jóvenes

Las mujeres jóvenes enfrentan un reto aún mayor: La mujer está afectada por una tasa de desempleo que es el doble de la que afecta a los hombres, lo que representa un importante desafío para las políticas públicas de aprovechar una mano de obra que tiene a mejorar su nivel educativo.

Fuente: BCRD. 

Cada año egresan de nuestras universidades decenas de miles de jóvenes que acuden a un mercado laboral que deja a muchos sin emplear y, en algunos casos, los emplea en trabajos distanciados de la formación profesional de esos recursos humanos.

 
Fuente: Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT).
¿Por qué a los jóvenes se les hace difícil encontrar empleo?

Según la Encuesta sobre la Transición de la Escuela al Trabajo aplicada en agosto 2015:
● por falta de puestos de trabajo (40.3% )
● por falta de experiencia (21.8%) 
● por falta de formación relevante (15.5%) 

Al parecer, hay nudos en el mercado de trabajo, pero también los hay en la oferta de educación terciaria en la República Dominicana. De este modo, la formación profesional tiende a concentrarse en determinadas carreras produciendo un exceso de oferta de abogados, contadores y otras áreas de negocios, entre otras, y un exceso de demanda por profesionales a nivel técnico e ingenieros. Esta situación sugiere que habría un problema de información por parte de los estudiantes y sus familias a la hora de seleccionar un plan de estudios, siendo este un punto que merece de mayor estudio.

Fuente: MESCYT.

Frecuentemente, el sector privado se queja de que escasea cierta mano de obra especializada:

● Representantes del sector turismo afirman que en las universidades se forma solo el personal gerencial (5% aprox.)
● Representantes de zonas francas han aducido la falta de técnicos en oficios tales como la mecánica industrial y otros vinculados al mantenimiento de bienes de capital
● Representantes del sector servicios han expresado que prefieren un personal orientado a resolver problemas, con capacidad de comunicación, trabajo en equipo y financieramente educado

La formación vocacional tendría espacio para mejorar la inserción de los jóvenes al trabajo…

Fuente: MESCYT.
Algunas observaciones

● El sistema educativo superior tiene el reto de mejorar su acoplamiento a la demanda de los empleadores
● El sistema está compuesto principalmente por estudiantes y docente de medio tiempo, pero los contenidos curriculares suponen tiempo completo 
● Esto cuestionaría si la duración y rigurosidad de los programas son adecuados ante los retos del mercado laboral

Las políticas públicas tienen un importante papel que jugar…

● Debe tenerse conocimiento de las profesiones demandadas
● En las discusiones de reforma laboral se argumenta mayor que flexibilidad ayuda a disminuir desempleo juvenil
● Se dan desencuentros ideológicos en esta discusión
● El debate debe incluir la elección entre proteger el empleo o proteger a los empleados…
Algunas referencias

● OIT (2016). Transiciones en el mercado de trabajo de las mujeres y hombres jóvenes en la República Dominicanahttp://ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_emp/documents/publication/wcms_533568.pdf
● Ramírez, N. (2016). Determinantes del desempleo en la República Dominicana: Dinámica temporal y microsimulaciones .http://www.bancentral.gov.do/biblioteca/documentos/pdf/ganadores/2016/primer.pdf
● ANJE (2015). Prioridades Empresariales y Áreas de Conocimiento en Programas Universitarios del Ámbito de Negocios. http://www.anje.org/app/do/publicaciones/encuesta.aspx
● Marte. O. (2014).  Necesitamos Formar Gente que Sepa Hacer Algo. http://odalisfmarte.blogspot.com/2014/07/necesitamos-formar-gente-que-sepa-hacer.html
● Marte, O. (2014).  Reforma del mercado laboral en la República Dominicana: ¿proteger el empleo o al empleado? http://odalisfmarte.blogspot.com/2014/06/reforma-del-mercado-laboral-en-la.html
● Ramírez, F. (2013) Oferta laboral en la República Dominicana: Tendencias y determinantes. http://www.bancentral.gov.do/bibliotecap/pdf/libros/Nueva_Literatura_Economica/2013.pdf





lunes, 12 de diciembre de 2016

El involucramiento del sector privado es esencial para combatir el cambio climático en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

El Acuerdo de París sobre cambio climático recoge los compromisos asumidos por los distintos países para contribuir a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en porcentajes entre 20% y 35% para 2030 y así impedir que la temperatura se eleve más de 2 grados centígrados (preferiblemente en 1.50C o menoscon respecto a la era preindustrial en los próximos 84 años. En el caso de la República Dominicana, luego de la ratificación del Acuerdo, el país se compromete a reducir sus emisiones de GEI en 25% para 2030, según lo establecido en la Estrategia Nacional de Desarrollo.

Los compromisos asumidos por los distintos países implicainversiones que pueden sobrepasar la capacidad del ahorrointerno para financiarlas. También requiere de acceder a tecnologías que faciliten la transición desde el uso de fuentes de energía fósiles a renovables.

La conferencia sobre cambio climático en Marrakech, Marruecos (COP22), buscaba de algún modo operacionalizar las contribuciones nacionales en torno al Acuerdo de París para lo cual se debían delinear un conjunto de acciones sobre cómo reducir los GEI tomando en consideración, además de los temas generales de financiamiento y transferencias tecnológicas, los detalles sobre los planes de descarbonización de los distintos sectores económicos que contribuyen a las emisiones de GEI.

Gráfico 1.
 
Fuente: FAO, 2016.
El gráfico 1 muestra la contribución de distintas actividades económicas a las emisiones globales de GEI, destacándose que la producción de energía, de alimentos y recursos forestales y otros usos de suelo, así como el transporte aportan aproximadamente el 80% de la contaminación en el mundo. En este sentido, para lograr modificar la función de producción de la economía global, es imprescindible establecer las alianzas público-privadas que faciliten las tecnologías, los recursos financieros, las acciones sectoriales, así como las políticas públicas que son transversales a todas las instancias de los Estados para lograr reducir la velocidad en la que se calienta el globo terráqueo.

Gráfico 2

En el caso de la República Dominicana, el gráfico 2 muestra la contribución a las emisiones de GEI del país por actividades económicas, destacándose que la producción de energía, la agricultura y uso de suelos, así como la disposición final de los residuos sólidos (basura) representan el 94.7% de las emisiones de GEI. Estas medidas toman como referencia el año 2010.

Como lograr una transformación ordenada de la matriz energética que potencie la actividad económica requiere de bastos recursos, los fondos públicos y los provenientes de la cooperación internacional no serían suficientes por lo que sería el sector privado, tanto interno como extranjero, el que debería aportar mayores fondos en forma de inversión redituable para el mismo. En ese sentido, la política pública debe servir un ambiente de negocios apropiado para este propósito.

Las políticas públicas pueden motivar al sector privado a invertir en energía limpia y en transitar hacia el uso de fuentes renovables de energía mediante la política fiscal al rebalancear la carga tributaria en beneficio del uso prácticas deseadas para reducir las emisiones de GEI. También la política fiscal puede motivar al sistema financiera a canalizar recursos hacia el sector privado para transformación productiva que reduzca las emisiones de GEI mediante distintos mecanismos, incluyendo lineamientos de banca verde.


viernes, 24 de junio de 2016

Opinión temprana sobre el “Brexit” y la perspectiva dominicana

Por Odalis F. Marte
      @ofmarte

Los mercados están sorprendidos de la decisión de la mayoría de los electores británicos (52%) de votar por la salida de su país de la Unión Europea (UE). Dado lo inusitado de este evento y la incertidumbre que acarrea, sus potenciales efectos sobre la economía mundial parecen aún impredecibles. Los efectos finales dependerán de qué tanto se restrinjan las condiciones financieras a nivel internacional (recordar que Londres  es uno de los mayores centros financieros mundiales) y cómo esto afectaría las expectativas en los mercados lo cual, a su vez, dependería de qué tan ordenada sería la salida del Reino Unido (RU) de la UE en los próximos dos años.

Sin embargo, es importante notar que los tratados comerciales suscritos por la UE (unos 500) dejarían de ser aplicables para el RU lo cual dejaría a la opción de los británicos si desearían continuarlos bajo los mismos términos o renegociarlos. Esto podría tomar mucho tiempo.



Los potenciales efectos para la República Dominicana

La misma incertidumbre que arropa a la economía mundial, obviamente, afectaría a la República Dominicana (RD). No obstante, se puede conjeturar que, en lo concerniente a la relación comercial de la RD con la UE y el RU, no experimentaría cambios significativos en el corto plazo. Pero  en los próximos dos años el impacto por la vía comercial dependería de la manera en que se produciría la separación RU-UE.

Los potenciales efectos sobre la economía dominicana, en general, no serían directos. En el corto plazo deberían ser pequeños o nulos, en el largo plazo podría afectar a la RD por tres vías: por medio del efecto que tuviera sobre la economía de los Estados Unidos de América (EUA), por la vía del comercio bilateral UE-UK y por el canal de las expectativas.

En lo concerniente a la economía de EUA, según el Banco de la Reserva Federal, los efectos que pudiera tener el Brexit sobre esa economía dependería de sus impactos sobre las condiciones financieras internacionales. Si los flujos de capitales se refugiaran en EUA y  se apreciara el dólar de manera considerable, el PIB estadounidense pudiera desacelerarse ligeramente (entre 0.2% y 0.4%), con un rezago de cuatro trimestres.

El comercio de la RD con el RU, bajo el Acuerdo de Asociación Económica con la UE (EPA) no se debería afectarse en el corto plazo en tanto que se negocia la salida del RU de la UE en los próximos dos años y se renegocia en mucho más tiempo. 

Mientras los mercados de capitales se mantienen volátiles, el dólar estadounidense tiende a apreciarse, mientras el oro se cotiza al alza y el petróleo a la baja. En ese sentido, el efecto neto de la crisis del #Brexit sobre la economía dominicana sería pequeño o nulo. Pero debemos estar atentos y tener un plan B...


jueves, 13 de agosto de 2015

Crear por ley un sindicato de economistas en la República Dominicana parecería antieconómico

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Los economistas dominicanos debemos enfocar nuestras energías en concebir propuestas razonables para ayudar a resolver los importantes retos que enfrenta la economía nacional, tanto en sentido macro como microeconómico, incluyendo la sostenibilidad fiscal, estabilidad de precios, el equilibrio de las cuentas externas, la crisis energética, la competitividad, el ambiente de negocios, la adaptación productiva al cambio climático, políticas públicas a favor de equidad social y de cuidado a la población más vulnerables, la juventud, la seguridad ciudadana… Son muchos los temas interesantes en los que el análisis económico tiene algo que aportar, pero no: los economistas dominicanos tenemos ahora que ocupar una parte de nuestro tiempo en defender nuestra profesión de un intento de secuestro llamado proyecto de ley que crea el Colegio Dominicano de Economistas (CODECO).

Es interesante notar que la honorable Cámara de Diputados aprobó esa propuesta sigilosamente en la misma sesión en la que aprobó la llamada Ley de Quiebras en la que se satisfizo el reclamo del sector privado de contar con un instrumento legal que permitiera in extremis que una empresa con problemas financieros pueda resolverlos de manera ordenada acordando con sus acreedores un esquema de reordenamiento de sus deudas según establece dicha Ley. Mientras la comunidad empresarial acogía con beneplácito ese avance, los economistas fuimos sorprendidos con la aprobación de forma subrepticia ("palo acechao") de la ley que crea el CODECO, despropósito inncesario porque, más que resolver algo genera un tamaño problema al ejercicio de una profesión floreciente. 

La propuesta de ley CODECO, en su Capítulo VI, artículos 23 al 26, conferiría a ese gremio la facultad de regular la profesión de economista pudiendo imponer la afiliación obligatoria y el pago de cuotas y tasas a esa agrupación. En la propuesta original de los promotores de ese proyecto de ley, un grupo de desconocidos en la comunidad de economistas profesionales, ya habían planteado sus intenciones sindicalizar bajo fuerza de ley a los economistas y extraer rentas de los mismos. Ese espíritu se mantiene en la versión modificada de la propuesta y, peor aún, da lugar a que personas de dudosas credenciales elaboren un reglamento que le daría poderes de mafia.

La propuesta alternativa, que comparto con otros economistas profesionales, es que sean las escuelas de economía de economía las que, de alguna manera, velen por la cualificación de los profesionales de las ciencias económicas. Por ejemplo, pudieran consensuar un estándar de calidad en la formación de los economistas, lo que sería más productivo que tener un sindicato dirigido por desconocidos dentro de la comunidad académica y profesional.

En conclusión, la ley CODECO sujetaría el ejercicio profesional a la regulación de una agrupación gremial acorde con una visión ideológica de izquierda y desprovista de credenciales profionales y académicas para tal fin; desean crear una suerte de sindicato de afiliación obligatoria al que habría que mantener con cuotas pagadas que serían administradas por potencialmente por personeros de desconocida reputación. A nuestro entender, de materializarse esa propuesta, sería muy perjudicial para el desarrollo de nuestra profesión principalmente para los más jóvenes.

domingo, 12 de abril de 2015

Conducta de pago en los condominios debe reportarse en "Datacrédito"

Los cambios en la dinámica de crecimiento económico desde la segunda mitad de los 90 contribuyeron a la aceleración del proceso de urbanización en la República Dominicana, implicando un uso más intensivo de los espacios en la ciudades al aumentar la densidad de población. Esta condición, en ausencia de planificación urbana, ayudó a crear los incentivos para la destrucción de casas para construir en su lugar edificios de apartamentos.

Los edificios de apartamentos son lugares de residencia multifamiliares, en donde se pueden alojar varios hogares en donde solamente habitaba una familia. Como este proceso ha sido rápido y desprovisto de planificación en las principales ciudades de la República Dominicana, se observa caos en el hábitat general, con pocos espacios de esparcimiento y aparcamiento, así como con dificultad en la organización de los condominios en cuanto a la convivencia y la administración de la propiedad común.

Los problemas de administración y convivencia en los condominios van desde el respecto a las reglas elementales de comportamiento comunitario (incluyendo ruido, uso y cuidado de espacios compartidos...) hasta el pago de las cuotas de mantenimiento para cubrir gastos comunes de aseo, seguridad, ornato y reparaciones. Este último aspecto es sumamente importante en tanto que influye en la conservación de la apariencia y valor de los edificios y sus apartamentos así como en la calidad de vida de sus residentes.

Muy probablemente, las cuotas por mantenimiento sería el principal problema de administración que enfrentan de los condominios en prácticamente todos los niveles de ingresos en la República Dominicana, donde siempre hay algún hogar que paga con retraso sus cuotas y a veces no paga sus obligaciones produciendo grandes inconvenientes para la administración y convivencia en el condominio. 
A pesar de que la República Dominicana cuenta con un marco legal que regula la administración y convivencia en los condominios, parece que la misma ha sido insuficiente para influir decididamente en la conducta de unos pocos residentes de edificios de apartamentos. Probablemente sea hora de probar algo distinto.

Podría ser interesante que se traten algunas medidas alternativas para complementar el marco regulatorio de los condominios y mejorar la convivencia ordenada de sus residentes. Listamos unas sugerencias generales:

1. Que los condominios debidamente constituidos puedan, por vía de sus administraciones, reportar a los burós de crédito la conducta de pago de sus residentes.
2. Que los ayuntamientos busquen la manera de trabajar con las juntas de vecinos para concienciar, así como considerar fortalecer los mecanismos de resolución de conflictos en los condominios por la vía del marco legal vigente.