martes, 14 de mayo de 2019

Tendencia al envejecimiento y baja productividad laboral reducirían tasas reales, crecimiento económico e inflación


Por Odalis F. Marte
      @ofmarte

En una disertación presentada en el contexto de una conferencia de alto nivel del Sistema Monetario Internacional en Zürich, Suiza, el 14 de mayo de 2019, el presidente de la FED de New York, John C. Williams advirtió que  la economía mundial enfrenta dramáticos cambios que inhabilitarían la capacidad de la política monetaria convencional para responder a futuras recesiones. Según Williams, la economía mundial observa dos tendencias demográficas evidentes: las personas generalmente viven más y el crecimiento de la población se está desacelerando. Por ejemplo, la esperanza de vida general en los países de la OCDE ha aumentado de unos 65 años en la década de 1950 a casi 80 años en la actualidad, y se prevé que superará los 90 años para fines de este siglo. A pesar de este aumento en la longevidad, la disminución de las tasas de natalidad está paralizando el crecimiento de la población. En los países de la OCDE, el crecimiento de la población promedió más del 1 por ciento en los decenios de 1950 y 1960, pero ahora está en el medio por ciento anual, y se espera que disminuya gradualmente antes de caer en cifras negativas para 2070.


Por otro lado, Williams señaló que cuando se trata de productividad, los cambios no son menos dramáticos. En las economías de la OCDE, el crecimiento de la productividad laboral - la cantidad producida por hora de trabajo, ha promediado un poco más del 1 por ciento por año desde 1995, aproximadamente la mitad del ritmo observado en la década anterior. Un factor importante que impulsa la desaceleración es una disminución dramática en la tasa de crecimiento de la "productividad total de los factores", o TFP, una medida de la innovación y el cambio tecnológico.
Estos cambios globales en la demografía y la productividad tienen dos implicaciones importantes para el futuro de nuestras economías y para la política monetaria. Primero, un crecimiento más lento de la población y la productividad se traduce directamente en un crecimiento económico de tendencia más lenta. En segundo lugar, estas tendencias han contribuido a una disminución dramática de la tasa de interés real normal o "neutral" de largo plazo (r*).

Williams acotó que un crecimiento más lento que el tendencial reduce la demanda de inversión, mientras que una mayor expectativa de vida tiende a aumentar el ahorro de los hogares. Esta combinación de una menor demanda y un mayor suministro de ahorros, junto con otros factores, ha empujado hacia abajo la r*. Con mercados de capital abiertos, estos cambios globales en la oferta y la demanda afectan a r* a nivel mundial.

La disminución global en la r* continuará planteando desafíos importantes para la política monetaria. Dado el limitado espacio de política monetaria para recortes de tasas de interés en futuras desaceleraciones, las recuperaciones serán lentas y la inflación por debajo de la meta. La limitación en la capacidad de los bancos centrales para compensar las recesiones se traduce en un ciclo de retroalimentación adverso, por el cual las expectativas de baja inflación futura reducen la inflación actual y reducen aún más el espacio de políticas disponible.

Los formuladores de políticas de todo el mundo deben prepararse para los desafíos de navegar por las nuevas realidades del lento crecimiento mundial y las bajas r*. Esto requiere nuevas ideas y enfoques para las políticas monetarias, fiscales y otras políticas económicas.

A partir de la política monetaria, los bancos centrales deben revisar y reevaluar sus marcos de políticas, estrategias y kits de herramientas, para maximizar la eficacia en un mundo de bajas r*.
Williams argumenta que, fuera de la política monetaria, hay una serie de vías por las cuales las autoridades fiscales pueden aumentar la resiliencia de las economías a los choques negativos. Una es fortalecer los “estabilizadores automáticos” que proporcionan un impulso a la economía durante una recesión. Una segunda es alinear las decisiones de gestión de la deuda más con la política monetaria. Por ejemplo, durante una desaceleración, la autoridad fiscal podría optar por acortar la duración de la emisión de deuda para reforzar los efectos de la flexibilización cuantitativa del banco central. En tercer lugar, las políticas de regulación y supervisión que apoyan la resiliencia del sistema financiero pueden limitar los efectos económicos de los choques negativos.

Finalmente, Williams recomienda que las políticas fiscales y otras políticas económicas pueden atacar directamente las fuentes de crecimiento lento y baja r*. Esto incluye aumentar la inversión pública y privada en capital humano y físico, infraestructura, ciencia y tecnología, y políticas dirigidas a eliminar las barreras a la participación en la fuerza laboral y la economía en general.

Referencia

Williams, John C. When the Facts Change…14 de mayo, 2019.  https://www.newyorkfed.org/newsevents/speeches/2019/wil190514

miércoles, 10 de abril de 2019

Sol, arena y mar se consigue en cualquier parte

Regularmente el turismo se entiende como un conjunto de actividades económicas dirigidas a servir a los visitantes que vacacionan en alguna parte de la geografía nacional. Está de más decir que la mayoría de esos visitantes son extranjeros. Este conjunto de servicios requiere de una infraestructura física para el alojamiento y el entretenimiento así como el apoyo de los servicios regulares (seguridad, agua, electricidad, telecomunicaciones, etc.) disponibles en el país.

¿Qué buscan los turistas?

Por lo general los turistas buscan entretenimiento y conocer algo nuevo que les saque de la rutina, conociendo lugares exóticos y gentes distintas, entre otras cosas. Sin embargo, el negocio no llega hasta ese límite pues las motivaciones para visitar un país extraño y la amplitud de los servicios ofertados a los visitantes cubren una gama de formas de turismo los cuales van desde los que viajan en busca de servicios de salud, negocios, educación u otro, hasta los que llegan simplemente para asistir a una conferencia de pocos días y, de paso, echarle una "ojeadita" al lugar.

Los turistas traen consigo dinero para gastar. Dependiendo del atractivo del lugar visitado y de la restricción presupuestaria del turista, éste se sentirá motivado a gastar algo de plata durante su visita. Lo importante es que el lugar visitado ofrezca tanto qué hacer y comprar que el turista gaste hasta el último dólar que haya presupuestado para su viaje y se marche contento a casa para recomendar a otros que el lugar donde vacacionó es excelente destino turístico.

¿Qué hace a un país turísticamente atractivo?

Esto le pregunté hace algún tiempo al experto internacional en turismo Peter Goldsmith(*), cuando coincidimos en la ciudad de Santiago de los Caballeros en una visita de negocios y conversamos extensivamente sobre el turismo como actividad económica. De acuerdo a Goldsmith, sol, arena y mar no son suficientes como para hacer de un país un atractivo turístico competitivo, estos elementos existen en distintas partes del mundo y los hay muy buenos, caros y altamente visitados. Lo que hace a un país turísticamente atractivo es su historia, su gente, su ambiente, esas particularidades que hacen al país genuino y único lo cual impresiona al visitante y le hace volver así como recomendar a otros que visiten ese lugar. Además es sumamente importante que el país sea accesible al turista (por vía aérea, terrestre, marítima y por telecomunicaciones) porque de este modo los promotores y operadores internacionales del renglón identificarán oportunidades de negocios redituables, trayendo y atrayendo más turistas.

El turismo no es solamente playa. En la medida en que el país ofrezca las condiciones para que los turistas puedan desplazarse y aventurarse libremente al interior del país visitado, mayores serán posibilidades de que el visitante gaste todo el dinero que presupuestó gastar para su viaje (y hasta más). Por lo tanto el turismo es además organización interna, seguridad, señalización, multiligüismo, etc.

El gasto del turista afecta positivamente a la economía porque contribuye a ampliar el mercado doméstico tanto para la producción nacional como para algunos bienes que se destinan al comercio internacional.

¿Es la pobreza del país un desaliento al turismo?

"De ninguna manera", respondió Goldsmith. El turismo debe ser respetuoso de la dignidad de la gente porque la gente misma es parte del atractivo turístico del país con su amabilidad y su cultura, de lo contrario muchos lugares en Asia, Africa y Latinoamérica los cuales son turísticamente atractivos y visitados no fueran los destinos concurridos que son.

¿Cuál es el turismo deseable y el indeseable?

El turismo indeseable es el que tiende a afectar negativamente la dignidad de la gente del país visitado. Cuando se daña la dignidad de la población se daña el negocio del turismo porque se crea resistencia en los habitantes del país frente a esta actividad económica afectando negativamente el importante atractivo de la gente (su amabilidad).

Es por eso que el negocio del turismo es altamente sensible y delicado, y requiere de una política oficial y empresarial bien coordinada así como un trabajo de organización y formación de la gente (sobretodo en el multilingüismo) bastante dedicado.

El turismo deseable es aquel que no daña la dignidad de la gente (ni su calidad de vida), pero que sí les da oportunidad de progreso el cual depende mucho del ambiente que creen los sectores público y privado en el ámbito de las políticas generales y sectoriales de desarrollo del país.

El turismo no es sólo arena, sol y mar, es gente, organización interna, historia, cultura, multilingüismo, entre otras muchas cosas.

(*) https://www.linkedin.com/profile/view?id=229806886



La multifuncionalidad de la agricultura: ¿raro neologismo para justificar barreras al comercio?


Por Odalis F. Marte
@ofmarte

La agricultura es definida como multifuncional en tanto que esta cumple con funciones adicionales a su rol principal de producción de alimentos y fibras. Estas funciones adicionales incluyen la seguridad alimentaria, la viabilidad rural, la protección del medio ambiente, conservación de suelos, diversidad de los ecosistemas así como la sanidad y fitosanidad nacional. Estas funciones son entendidas como externalidades positivas o beneficios no alimentarios de la agricultura por lo que denominan como “intereses no comerciales” (non-trade concerns –NTC) en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Los defensores de la multifuncionalidad aducen que el sector agrícola representa directa o indirectamente una substancial parte del empleo y, en muchos casos, no existen muchas alternativas de ocupación en el campo fuera de la agricultura. En muchos países la cultura y las tradiciones están arraigadas en la vida rural, por lo que la calidad de la vida del campo así como los problemas sociales y ambientales frecuentemente son consecuencia de los procesos de urbanización por la migración que agranda las ciudades de forma superlativa. Además, la conservación de la biodiversidad  está ampliamente relacionada con la protección del paisaje agrícola. El paisaje rural aporta  valor de esparcimiento al aire libre el cual es un medio de educación medioambiental que armoniza adecuadamente con objetivos de políticas sociales, culturales y otras implementadas principalmente por los países desarrollados.

El incremento del comercio agrícola también aumenta el riesgo de que se introduzcan especies extrañas al ecosistema doméstico las cuales acarrean pestes y enfermedades que pueden afectar los cultivos y otras plantas y animales nativos. Además se entiende que una proporción adecuada de población en el campo dedicada a faenas agrícolas previene la seguridad alimentaria de cualquier choque externo que ponga en crisis el comercio internacional y la economía doméstica.

Frente al supuesto de que los beneficios no alimentarios pueden representar objetivos legítimos de política existe, en contraposición, la postura de que la multifuncionalidad ha sido mal usada como argumento para mantener políticas domésticas distorsionadoras. En los términos de los Acuerdos de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura (URAA, por sus siglas en inglés), el apoyo que un país suministra a su agricultura en atención a la multifuncionalidad debería estar relacionada con qué tan ajustada esté su política a los criterios de su denominada “amber box” lo cual constituye un conjunto de políticas que están sujetas a una reducción cuidadosa en el tiempo, bajo los téminos de la URAA. Algunos países pueden incrementar su apoyo a su agricultura sin violar estos acuerdos como, por ejemplo, Estados Unidos, Nueva Zelandia, Cánada y Australia; en cambio, Suiza, la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, quienes son los mayores defensores de la multifuncionalidad, tienen poco espacio para ello en vista de la alta protección que ofrecen a sus agriculturas.

Políticas de distorsiones mínimas previstas para los intereses no alimentarios

Un conjunto de políticas pueden ser contempladas para alcanzar los objetivos no alimentarios al calor de la multifuncionalidad de la agricultura. Algunas políticas distorsionan el comercio internacional más que otras. La tabla que se presenta más abajo compara ejemplos de instrumentos de política que tienen poco o ningún efecto distorsionador sobre el comercio, tales como:

·         Políticas que apuntan hacia un objetivo específico de productos no alimentarios que resultan en una mínima distorsión al comercio
·         Políticas que sin crear distorsiones alcanzan adecuadamente sus objetivos
·         Políticas que proveen beneficios no alimentarios indirectamente a través de los mecanismos de mercado las cuales crean mayores distorsiones.



Comparación de políticas de acuerdo a sus efectos sobre los mercados

 

Productos no alimentarios

Medioambiente:

Paisaje rural


Efectos mínimos en el mercado



Compra o transferencia de derechos de uso de la tierra

Altamente distorsionante



Subsidios a la producción que incrementa la rentabilidad relativa de la agricultura con respecto a otros sectores de la economía
Desarrollo Rural:
Viabilidad de las comunidades rurales



Infraestructura rural para apoyar la creación de trabajos no agrícolas

Políticas agrícolas vinculadas a la producción las cuales incrementan el producto en  tanto en zonas rurales como zonas marginales ricas
Seguridad alimentaria:

Asegurar la disponibilidad de oferta de alimentos



Provisión de almacenamiento público de alimentos


Subsidios a la producción para alcanzar la seguridad alimentaria

Fuente: Bohman et al (1999).



Consideraciones finales


Los principales proponentes de la multifuncionalidad son los países desarrollados, principalmente la Unión Europea, Japón y Corea del Sur; quienes mantienen disputas con Estados Unidos sobre liberalización del comercio agrícola.

Los países menos desarrollados que dependen de la agricultura como fuente de generación de riqueza son los mayores perjudicados del proteccionismo agrícola.

Ni la OMC, organismo internacional, o país cuestiona el derecho de las naciones de proteger sus intereses no agrícolas del sector rural, sin embargo, sí se cuestionan los instrumentos de política utilizados para alcanzar sus fines. La mayor problemática que se plantea es que la sobreprotección de la agricultura en atención a su multifuncionalidad se ha estado ejecutando con un alto costo de eficiencia interna la cual se transfiere lastimosamente al exterior mediante la distorsión de los mercados y el impedimento a que los países pobres agroexportadores alcancen una mayor participación en el comercio mundial y de acceder a las nuevas tecnologías agrícolas.


Las asociaciones empresariales de la República Dominicana pueden representar mejor a sus afiliados

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Las organizaciones empresariales en la República Dominicana suelen ser colectivos que agrupan principalmente a pequeñas y medianas empresas (pymes) familiares que operan en distintas actividades productivas. Como suele ser característico en toda economía de mercado, buena parte de la producción de bienes y servicios así como la generación de empleos descansa sobre los hombros de los pequeños negocios por lo que es importante que las políticas públicas en pos de generar empleos mantenga el apoyo al emprendimiento y las asociaciones empresariales representen adecuadamente los intereses de la mayoría de sus pymes asociadas.

Bajo este argumento, se debe esperar que las agrupaciones empresariales busquen influir en las políticas públicas en el orden de que las mismas aborden las problemáticas que adversan el ambiente de negocios relevante para las pymes, tanto en el orden económico, como institucional. No obstante, cabe preguntar si las directivas de las organizaciones empresariales conocen plenamente los principales problemas del grueso de sus empresas afiliadas y cabildean para que se solucionen los mismos.

El acceso al crédito, la estabilidad del servicio de electricidad, la seguridad ciudadana y la competencia desleal en el mercado (tanto desde las importaciones irregulares como de las prácticas monopólicas de algunas empresas grandes), son algunas de las inquietudes que más frecuentemente se reflejan en distintos sondeos de opinión empresarial, así como otros temas relacionados con la calidad de otros servicios públicos. No obstante, cabe preguntar, ¿están las asociaciones empresariales cabildeando activamente para que las políticas públicas aborden esas problemáticas? 


Aparentemente, las agendas de la dirigencia de las distintas organizaciones empresariales en la República Dominicana suelen ser sumamente amplias tendiendo a dispersarse por abarcar muchos temas que van desde asuntos político-institucionales hasta cuestiones macroeconómicas, temas que si bien son importantes su resolución tomaría tiempo, consenso político y bastos recursos de cabildeo. Ante esta situación, sería aconsejable considerar, primero, realizar estudios que establezcan las verdaderas preocupaciones de las empresas afiliadas de las asociaciones empresariales; en segundo lugar, fuera bueno ordenar las prioridades empresariales según la urgencia y buscar establecer alianzas público-privadas para establecer propuestas para solucionar cada situación y servir adecuadamente a los sectores productivos, especialmente las pequeñas y mdianas empresas.

miércoles, 16 de enero de 2019

Modelo o estrategia de desarrollo económico de República Dominicana: del debate a la acción


Iniciamos el año 2019 con una importante discusión: ¿Deberíamos considerar un cambio de estrategia de desarrollo o ¨modelo¨ económico en la República Dominicana? Por un lado, un grupo de respetados economistas dominicanos critican el hecho de que las altas tasas de crecimiento económico que reporta el país no se reflejen en similar proporción en el bienestar del promedio de los dominicanos, en tanto, que otros economistas de alto nivel argumentan que los problemas de iniquidad social no se corrigen necesariamente cambiando la estrategia de desarrollo sino complementándola con políticas y reformas que faciliten el derrame de la expansión económica hacia los pobres.

En ambas posiciones hay mucha razón. Por un lado, el crecimiento de la economía dominicana ha sido sostenido por muchos años y sus efectos han sido transformadores en nuestra sociedad, lo que ha contribuido a reducir la pobreza monetaria, a elevar el empleo y un conjunto de indicadores socioeconómicos. Pero también es cierto que en este proceso de expansión han salido exponencialmente beneficiados los que más tienen. En efecto, si lo analizamos en términos de la propiedad de los factores de producción, notaremos que, a través de los años, ha sido el capital el factor de la producción que ha cosechado los beneficios del crecimiento de manera exorbitante, en tanto que el factor trabajo ha observado un ¨estancamiento secular¨en los salarios reales desde hace más de dos lustros.

Entonces, dicho esto, ¿que deberíamos hacer? Aquí el debate sigue abierto. Por un lado se plantea un aumento general de salarios nominales que, ante bajas presiones inflacionarias en el corto plazo, ayudaría a elevar los salarios reales. Otros entienden que se trata de un problema estructural que debería corregirse con políticas y reformas de largo plazo incluyendo mayor educación y entrenamiento laboral, mejores oportunidades de acceso al crédito y ambiente de negocios para el desarrollo del emprendimiento, principalmente a pequeña escala, como es el caso de las PYME, en tanto que otros analistas evocan las incumplida Estrategia Nacional de Desarrollo.

¿Quiénes tienen la razón? 

Las políticas públicas pueden combinar un conjunto de estrategias con resultados esperados en el corto, mediano y largo plazo para corregir males sociales y mejorar la calidad de vida de la población de manera permanente. Pero se debe tener claro cuáles son los problemas más importantes a corregir y utilizar una dosis adecuada de ciencia e intuición para mayor probabilidad de certeza en resolver problemas sin crear nuevas situaciones.

Si el problema principal es que en República Dominicana tenemos una sociedad compuesta por quienes lo tienen todo y quienes no tienen nada, lo que sería sistemáticamente reforzado por una economía pujante cuyos beneficios son colectados casi exclusivamente por el capital, entonces valdría la pena estudiar y considerar un conjunto de políticas y reformas económicas e institucionales tendentes a mejorar los salarios reales y facilitar el desarrollo de capacidades laborales y empresariales en la población. Considerando eso, se debe tomar en cuenta la política fiscal, la competitividad en el mercado interno (organización industrial), la política comercial, la política monetaria, entre otras, y nuestras instituciones políticas para analizar qué reformas son viables para mejorar la equidad social en medio de un crecimiento económico sostenido.


Obviamente, ese proceso no sería fácil y requeriría de decisión, visión, liderazgo y acuerdo social en una democracia representativa como la dominicana. 

lunes, 3 de septiembre de 2018

Entendiendo las Políticas Públicas

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Es frecuente escuchar referencias acerca de la necesidad de algunas "políticas públicas" para resolver problemas que lesionan el bienestar social, pero ¿qué es realmente una política pública? En ese sentido, se debe entender como política pública cualquier plan comprehensivo de acciones y actividades del Gobierno orientado al logro de un objetivo de bien común, es decir, de interés público. En efecto, las políticas públicas son el conjunto de programas, estrategias, procedimientos, leyes, reglamentos, etc., implementados por entidades gubernamentales. Dados los limitados recursos de los que dispone el Gobierno, las decisiones de política pública pueden estar sustentadas en un proceso de diagnóstico y análisis de factibilidad, por lo que, previo a su implementación, se puede requerir de un diseño preparado por expertos.

Las metas de las políticas públicas suelen ser de largo plazo y, frecuentemente, su consecución requiere la inversión de recursos que se financian con los impuestos que pagan los contribuyentes, las donaciones del sector privado, la cooperación internacional o una combinación de esas fuentes de financiación.

Por lo general, las políticas públicas se pueden agrupar en dos tipos: a) las que alcanzan sus metas de mejorar las condiciones de vida de la población objetivo mediante la provisión de servicios públicos (ypor lo tanto, requieren de sustanciales recursos financieros y humanos), y b) las que logran sus fines a través de mejorar sistemáticamente la regulación institucional y de mercados (en caso de falta de competencia o imperfecciones) y el sistema tributario. Estas últimas políticas suelen requerir de menos recursos.

Las políticas públicas no son aisladas, sino que pueden interactuar entre , de tal suerte que una política pública puede afectar positiva o negativamente a otra. Frecuentemente, la ejecución una política pública específica debe ser acompañada por otra(s) para poder ser exitosa. Por ejemplo, impulsar las exportaciones nacionales involucraría no solamente la política comercial sino también otras políticas económicas, tales como la fiscal, la monetaria, entre otras



Las políticas públicas deben ser consistentes, por lo que si se implementa un plan para resolver alguna vicisitud, éste no debe contradecir o ir en sentido contrario a otro objetivo público ni generar un nuevo problema. Por ejemplo, si se buscara un objetivo de salud pública mejorando la calidad del aire en una ciudad, plantar más árboles contribuiría con esa meta; pero si este tipo de política no es acompañada por un plan para impulsar el uso de transporte público, facilitar el uso de bicicletas y establecer un sistema de revisión técnica vehicular que limite la circulación de vehículos antiguos altamente contaminantes, entonces los beneficios de esta política podrían quedar cortos.

Por último, es importante la participación de la población objetivo en alguna etapa del diseño y una implementación de la política pública. El carácter participativo de un plan o estrategia gubernamental podría minimizar las fricciones y empoderar a sus beneficiarios. No obstante, si esa política perjudicara a algunos, se puede considerar la creación de un mecanismo de compensación racional y transparente.

Las acciones del Gobierno deben estar siempre orientadas al bienestar de la población. Bajo este criterio, las políticas públicas son el conjunto de acciones que permiten que el Gobierno resuelva problemas sociales en pos del bien común, utilizando racionalmente los recursos públicos con un carácter inclusivo en los que se combinen los conocimientos técnicos con la participación ciudadana.

Referencias
Aguilar Astorga, C.R., y Lima Facio, M.A.: ¿Qué son y para qué sirven las Políticas Públicas?, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, septiembre 2009, www.eumed.net/rev/cccss/05/aalf.htm

Franco Corzo, J., Diseño de Políticas Públicas. IEXE Centro de Investigación y Posgrados. México, 2017.https://www.iexe.edu.mx/blog/que-son-las-politicas-publicas.html

sábado, 5 de mayo de 2018

Bancos contribuyen a reducción de emisiones de carbono en República Dominicana


Varios bancos en la República Dominicana están contribuyendo a los esfuerzos nacionales de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mientras amplían sus carteras de préstamos. Contribuyen mediante dos vías: financiando proyectos de eficiencia energética y de generación de energías limpias, y mediante la adopción de acciones de negocio amigables al medio ambiente.

La cartera de préstamos “verdes” crece moderadamente, pero tiene un gran potencial. Muchas empresas de distintos tamaños y actividades económicas están accediendo a préstamos bancarios para financiar la adquisición de equipos de generación de energías limpias in situ o de algún otro tipo de bien de capital de ahorro energético, entre otros.

Dentro de las acciones implementadas, se pueden destacar las instalaciones de paneles fotovoltaicos para la generación y uso de energía solar en varias sucursales, la reducción del uso de papel incluyendo el envío por correo electrónico de los estados bancarios de sus clientes, el creciente uso de la banca en línea para distintas transacciones bancarias incluyendo pagos de tarjetas de crédito y préstamos, así como pago de servicios de agua, electricidad, telecomunicaciones, entre otros. Con ello, reducen sus costos al tiempo que aumentan sus prácticas de responsabilidad social corporativa.


Los clientes personales y corporativos de la banca tienden a utilizar menos dinero en efectivo, lo cual contribuye a reducir la necesidad de traslado a las oficinas bancarias y, potencialmente, el uso de medios de transporte que podrían ser contaminantes. No obstante, si bien se está avanzando, hay un gran camino por recorrer en tanto los agentes económicos reduzcan su alta preferencia por la liquidez de manera más aceleradas.


La reciente decisión de importantes bancos de unificar sus cajeros automáticos (ATM) bajo una sola red sería un paso trascendental si bajo esa acción se combina una ampliación de su cobertura conjuntamente con una reducción de unidades de ATM[1]. Si se toma en consideración que estos aparatos, dependiendo de su tipo, marca y año de fabricación, pueden consumir diariamente 5.52kWh sin incluir que muchos son instalados en sitios climatizados para una temperatura adecuada para el equipo. Además, los ATM suelen ser utilizados, por menos de una cuarta parte de las 24 horas/7 días en que se mantienen encendidos[2].