martes, 2 de mayo de 2017

¿Debería administrarse el Gobierno como se gestiona una empresa privada?

Por Odalis F. Marte 
@ofmarte
La noción de que la administración pública debería manejarse con criterios de optimizar el valor de cada peso gastado o invertido, exigiendo un retorno como se espera de la gestión de una empresa privada exitosa no es nueva. En efecto, el debate viene de lejos, sin embargo, la administración estadounidense 2017-2021 la cual está encabezada por un hombre de negocios que juró presidir a su país bajo criterios empresariales ha alentado una discusión pública en Estados Unidos y en otros países en torno a si manejar el Gobierno como una empresa sería un propósito razonable.

Por un lado, algunos estiman que el sector público no puede ser manejado con criterios empresariales, entre otras razones, primero, porque el principal objetivo del gobierno es proveer bienes y servicios públicos sin ánimo de lucro, tanto para las poblaciones y áreas geográficas que rinden algún retorno al dinero gastado, como en las que no deja rédito cuantificable alguno, y sorteando diversos intereses sectoriales.

De hecho, recientemente, el presidente estadounidense admitió que era más trabajoso y difícil el empleo de gobernar a su país que dirigir sus negocios privados. Un gerente privado puede tomar decisiones rápidas y hacerlas ejecutar ágilmente, en cambio los procesos de toma de decisiones en el Gobierno pueden largos y tediosos,

En segundo lugar, como las decisiones que se toman desde el gobierno pueden beneficiar a algunos y perjudicar a otros, sus medidas deben considerar elementos concernientes al equilibrio económico, político y social, entre otros. Esto hace mucho más complejo dirigir un gobierno que liderar una empresa puesto que esta última suele regirse con el único objetivo de ganar dinero

En este punto, se puede advertir la dificultad balancear las finanzas públicas reduciendo gastos bajo un criterio contable, como se puede hacer en una empresa. En una democracia se supone que se gobierna para la mayoría pero la minoría puede buscar ser compensada, a veces con creces, sobre todo si se trata de los más ricos del país…

Por otro lado, quienes abogan por llevar criterios de eficiencia empresarial a la administración pública tienen un punto: el Gobierno recibe por medio de nuestros impuestos el dinero de todos el país, por lo que es su responsabilidad  gastarlo de manera responsable exigiendo algún tipo de retorno social y de externalidad positiva a cada peso gastado, de manera que se sirva adecuadamente al bien común y no al beneficio particular de ciertos individuos o grupos de poder. 

Los gobiernos deben rendir cuentas a la ciudadanía con la mayor transparencia sobre cómo está gastando el dinero de la nación y los ciudadanos deben tener los mecanismos para exigir esa información.



Los gobiernos difícilmente quiebran, aún cuando se les somete a las peores prácticas administrativas por largo tiempo, a diferencia de las empresasProbablemente, podrían haber elementos de las buenas prácticas de la administración de empresas aplicables a la gestión pública, aunque es claro que gobernar un país es distinto a manejar un negocio. Tal vez la administración de Gobierno se beneficiaría de emular algunas prácticas de las pequeñas empresas: tener cuidado con el gasto y cobrar cada peso debido para mantener el equilibrio necesario para su supervivencia financiera. 

martes, 4 de abril de 2017

La oferta de formación laboral para jóvenes respecto a la demanda específica en el sector empleador en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

A nivel global, los jóvenes enfrentan los desafíos de insertarse productivamente en un mercado laboral más complejo y que tiende a requerir de mayor nivel educativo para manejar procesos de producción más sofisticados, así como una mayor competitividad en la medida en que los movimientos migratorios que conlleva la globalización aceleran el desplazamiento de talentos en varios lugares del mundo. Este proceso parece más retador para las mujeres jóvenes al ser este género el que expande su nivel educativo de manera más acelerada, al menos en Occidente, especialmente en países en desarrollo como la República Dominicana.

Por otro lado, los jóvenes también se encuentran compartiendo y a veces compitiendo en un mercado laboral del cual sus mayores no han podido retirarse debido a los perjuicios que las más recientes crisis tuvieron sobre los niveles de vida y, particularmente, sobre las pensiones.

Además, los sistemas educativos han sido lentos en adaptar sus programas de formación a la velocidad que los empleadores  necesitan para minimizar los costos asociados al entrenamiento de nuevos empleados carentes de la experiencia precisa para elevar la productividad.



                                            Fuente: Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

En la República Dominicana, los más jóvenes enfrentan una tasa de desempleo sustancialmente mayor a la tasa de desempleo abierta general, que para finales de 2016 se ubicaba en 6.4%. Esta sucede en un momento es que, en términos de la estructura de edad de la población, una importante proporción de los dominicanos son jóvenes en edad de trabajar:

● En 2015 los jóvenes entre 15 y 29 años representaron el 36.5% de la Población en Edad de Trabajar, unos 2,809,885 
● Cerca de la mitad de los jóvenes en edad de trabajar están activos en el mercado laboral
● El mercado laboral dominicano presentaría importantes barreras a la incorporación productiva de los más jóvenes

Las mujeres jóvenes enfrentan un reto aún mayor: La mujer está afectada por una tasa de desempleo que es el doble de la que afecta a los hombres, lo que representa un importante desafío para las políticas públicas de aprovechar una mano de obra que tiene a mejorar su nivel educativo.

Fuente: BCRD. 

Cada año egresan de nuestras universidades decenas de miles de jóvenes que acuden a un mercado laboral que deja a muchos sin emplear y, en algunos casos, los emplea en trabajos distanciados de la formación profesional de esos recursos humanos.

 
Fuente: Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT).
¿Por qué a los jóvenes se les hace difícil encontrar empleo?

Según la Encuesta sobre la Transición de la Escuela al Trabajo aplicada en agosto 2015:
● por falta de puestos de trabajo (40.3% )
● por falta de experiencia (21.8%) 
● por falta de formación relevante (15.5%) 

Al parecer, hay nudos en el mercado de trabajo, pero también los hay en la oferta de educación terciaria en la República Dominicana. De este modo, la formación profesional tiende a concentrarse en determinadas carreras produciendo un exceso de oferta de abogados, contadores y otras áreas de negocios, entre otras, y un exceso de demanda por profesionales a nivel técnico e ingenieros. Esta situación sugiere que habría un problema de información por parte de los estudiantes y sus familias a la hora de seleccionar un plan de estudios, siendo este un punto que merece de mayor estudio.

Fuente: MESCYT.

Frecuentemente, el sector privado se queja de que escasea cierta mano de obra especializada:

● Representantes del sector turismo afirman que en las universidades se forma solo el personal gerencial (5% aprox.)
● Representantes de zonas francas han aducido la falta de técnicos en oficios tales como la mecánica industrial y otros vinculados al mantenimiento de bienes de capital
● Representantes del sector servicios han expresado que prefieren un personal orientado a resolver problemas, con capacidad de comunicación, trabajo en equipo y financieramente educado

La formación vocacional tendría espacio para mejorar la inserción de los jóvenes al trabajo…

Fuente: MESCYT.
Algunas observaciones

● El sistema educativo superior tiene el reto de mejorar su acoplamiento a la demanda de los empleadores
● El sistema está compuesto principalmente por estudiantes y docente de medio tiempo, pero los contenidos curriculares suponen tiempo completo 
● Esto cuestionaría si la duración y rigurosidad de los programas son adecuados ante los retos del mercado laboral

Las políticas públicas tienen un importante papel que jugar…

● Debe tenerse conocimiento de las profesiones demandadas
● En las discusiones de reforma laboral se argumenta mayor que flexibilidad ayuda a disminuir desempleo juvenil
● Se dan desencuentros ideológicos en esta discusión
● El debate debe incluir la elección entre proteger el empleo o proteger a los empleados…
Algunas referencias

● OIT (2016). Transiciones en el mercado de trabajo de las mujeres y hombres jóvenes en la República Dominicanahttp://ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_emp/documents/publication/wcms_533568.pdf
● Ramírez, N. (2016). Determinantes del desempleo en la República Dominicana: Dinámica temporal y microsimulaciones .http://www.bancentral.gov.do/biblioteca/documentos/pdf/ganadores/2016/primer.pdf
● ANJE (2015). Prioridades Empresariales y Áreas de Conocimiento en Programas Universitarios del Ámbito de Negocios. http://www.anje.org/app/do/publicaciones/encuesta.aspx
● Marte. O. (2014).  Necesitamos Formar Gente que Sepa Hacer Algo. http://odalisfmarte.blogspot.com/2014/07/necesitamos-formar-gente-que-sepa-hacer.html
● Marte, O. (2014).  Reforma del mercado laboral en la República Dominicana: ¿proteger el empleo o al empleado? http://odalisfmarte.blogspot.com/2014/06/reforma-del-mercado-laboral-en-la.html
● Ramírez, F. (2013) Oferta laboral en la República Dominicana: Tendencias y determinantes. http://www.bancentral.gov.do/bibliotecap/pdf/libros/Nueva_Literatura_Economica/2013.pdf





jueves, 16 de febrero de 2017

Aprestos de desregulación financiera en Estados Unidos: Ley Dodd-Frank y metales conflictivos

Mientras indagábamos sobre posibles efectos de una posible flexibilización de las regulaciones financieras en los Estados Unidos sobre las economías como la dominicana, y sus implicaciones para la política monetaria, mediante una modificación de la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección del Consumidor (http://www.bancentral.gov.do/noticias/pag_abierta/archivos/pag20170214.pdf), notamos aspectos de esa normativa que van más allá de lo concerniente a la estabilidad financiera.
Por ejemplo, el artículo 1502 de esta Ley incluye requisitos para las empresas que utilizan oro, estaño, tungsteno y tántalo, metales que son insumos en la industria electrónica, deban determinar si esos materiales provienen de la República Democrática del Congo o de un país adyacente y, en caso afirmativo, llevar a cabo una "debida diligencia" de su cadena de suministro para determinar si sus compras de minerales contribuyen al financiamiento de grupos armados en la zona. Este aspecto concitó malestar en el sector empresarial estadounidense argumentando lo costoso de cumplir con la regulación.
La Ley de Dodd-Frank (2010) se considera un marco regulatorio muy grande de 2,300 páginas. Esta Ley restituyó y amplió muchas de las provisiones regulatorias de la Ley Glass-Steagall, que sólo contaba con 37 páginas, la cual había sido promulgada en 1936 luego de la Gran Depresión. El sector privado en Estados Unidos, incluyendo a las instituciones financieras se quejan de que el marco regulatorio es demasiado abarcador, engorroso y costoso de cumplir, por lo que les resta capacidad de expansión de sus negocios. La administración del presidente Trump quiere satisfacer esas demandas aduciendo que perjudica el acceso al crédito, pero recientemente la gobernadora del Banco de la Reserva Federal, Janet Yellen, negó que hubiera restricciones al crédito citando una encuesta de la National Federation of Independent Businesses en donde el 96% de los agentes económicos consultados afirman que accedían al crédito privado bajo requisitos normales. Yellen también afirmó que los bancos estadounidenses son más rentables y sólidos que sus contrapartes en países desarrollados.

Mirando tanto interés político alrededor de la regulación financiera, uno se puede preguntar si no habría algo más que querer facilitar el acceso al crédito. Para los políticos profesionales y aficionados, el ejercicio de la política es excitante, para los tecnócratas puede ser una actividad cargada de misterios. Algunos de esos misterios pueden resultar imperceptibles para la opinión pública porque, como en su momento afirmaba Juan Bosch, “en política hay cosas que se ven y cosas que no se ven, y las que no se ven son las más importantes".

lunes, 12 de diciembre de 2016

El involucramiento del sector privado es esencial para combatir el cambio climático en la República Dominicana

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

El Acuerdo de París sobre cambio climático recoge los compromisos asumidos por los distintos países para contribuir a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en porcentajes entre 20% y 35% para 2030 y así impedir que la temperatura se eleve más de 2 grados centígrados (preferiblemente en 1.50C o menoscon respecto a la era preindustrial en los próximos 84 años. En el caso de la República Dominicana, luego de la ratificación del Acuerdo, el país se compromete a reducir sus emisiones de GEI en 25% para 2030, según lo establecido en la Estrategia Nacional de Desarrollo.

Los compromisos asumidos por los distintos países implicainversiones que pueden sobrepasar la capacidad del ahorrointerno para financiarlas. También requiere de acceder a tecnologías que faciliten la transición desde el uso de fuentes de energía fósiles a renovables.

La conferencia sobre cambio climático en Marrakech, Marruecos (COP22), buscaba de algún modo operacionalizar las contribuciones nacionales en torno al Acuerdo de París para lo cual se debían delinear un conjunto de acciones sobre cómo reducir los GEI tomando en consideración, además de los temas generales de financiamiento y transferencias tecnológicas, los detalles sobre los planes de descarbonización de los distintos sectores económicos que contribuyen a las emisiones de GEI.

Gráfico 1.
 
Fuente: FAO, 2016.
El gráfico 1 muestra la contribución de distintas actividades económicas a las emisiones globales de GEI, destacándose que la producción de energía, de alimentos y recursos forestales y otros usos de suelo, así como el transporte aportan aproximadamente el 80% de la contaminación en el mundo. En este sentido, para lograr modificar la función de producción de la economía global, es imprescindible establecer las alianzas público-privadas que faciliten las tecnologías, los recursos financieros, las acciones sectoriales, así como las políticas públicas que son transversales a todas las instancias de los Estados para lograr reducir la velocidad en la que se calienta el globo terráqueo.

Gráfico 2

En el caso de la República Dominicana, el gráfico 2 muestra la contribución a las emisiones de GEI del país por actividades económicas, destacándose que la producción de energía, la agricultura y uso de suelos, así como la disposición final de los residuos sólidos (basura) representan el 94.7% de las emisiones de GEI. Estas medidas toman como referencia el año 2010.

Como lograr una transformación ordenada de la matriz energética que potencie la actividad económica requiere de bastos recursos, los fondos públicos y los provenientes de la cooperación internacional no serían suficientes por lo que sería el sector privado, tanto interno como extranjero, el que debería aportar mayores fondos en forma de inversión redituable para el mismo. En ese sentido, la política pública debe servir un ambiente de negocios apropiado para este propósito.

Las políticas públicas pueden motivar al sector privado a invertir en energía limpia y en transitar hacia el uso de fuentes renovables de energía mediante la política fiscal al rebalancear la carga tributaria en beneficio del uso prácticas deseadas para reducir las emisiones de GEI. También la política fiscal puede motivar al sistema financiera a canalizar recursos hacia el sector privado para transformación productiva que reduzca las emisiones de GEI mediante distintos mecanismos, incluyendo lineamientos de banca verde.


martes, 20 de septiembre de 2016

La política monetaria puede contribuir al compromiso nacional ante el cambio climático

Por Odalis F. Marte
      @ofmarte

Existe mayor conciencia de que el cambio climático no es simplemente un problema ambiental sino un gran reto económico. En efecto, el alza de la temperatura global implica importantes alteraciones en las estaciones del año, incluyendo los ciclos de lluvia con mayores inundaciones, las temporadas secas más prolongadas y severas, los inviernos más temperados y el aumento del nivel del mar por los deshielos en los polos del planeta, todo lo cual obliga a cambios de función de producción en la economía mundial.

A pesar de ser los países desarrollados los principales responsables de la contaminación que está alterando los ciclos climáticos, son los países en vías de desarrollo los más afectados y amenazados en su supervivencia. Ejemplo de ello es el caso de América Latina, responsable de aproximadamente  13% de las emisiones de carbono en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas, experimentaría un enorme perjuicio económico por el aumento de la temperatura global. En el caso de la República Dominicana, como estado pequeño insular en vías de desarrollo y con una relativamente alta densidad de población se considera muy vulnerable al cambio climático, la elevación del nivel del mar y los desastres naturales.

Afortunadamente, se están dando los movimientos de conciencia, ciencia, presiones políticas y hasta oportunidades de negocios que están poniendo incentivos para que los principales países aborden el cambio climático con una visión de mitigación, prevención, inclusión y transformación productiva. Bajo estas circunstancias, ¿cómo podría contribuir la política monetaria para sortear los impactos del cambio climático sobre economías como la dominicana?

Para tener una idea de esta potencial contribución es importante aclarar que la política monetaria es el componente de la política económica de un gobierno que se encarga de administrar la cantidad de dinero en la economía procurando que el equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero permita un nivel deseado de inflación y un funcionamiento adecuado de los sistemas financiero y de pagos. La institución a cargo de implementar la política monetaria es el Banco Central, el cual puede influir en las tasas de interés que la banca paga por los ahorros y cobra por los préstamos aumentado o disminuyendo la cantidad de dinero en la economía, dado que es la única entidad que puede emitir dinero a nivel nacional.

Un aspecto vital en la lucha contra el cambio climático es precisamente el financiamiento. Dado que, según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero de República Dominicana, el sector generador de energía es responsable de aproximadamente el 62% de esos gases en el país. Por consiguiente,  para que los agentes económicos puedan lograr una transformación productiva hacia fuentes limpias de energía y minimizar las emisiones de carbono enfrentan un costo de transición el cual requiere de financiamiento. La movilización de recursos financieros para sustentar la transición desde un sistema de producción intensivo en el uso de energías fósiles hacia un modo en donde prevalezca la utilización de energías no contaminantes. En ese sentido, como ente regulador del sistema financiero, un banco central puede alentar a los bancos a canalizar recursos hacia el sector privado para que éste acceda a tecnologías que les permitan una producción limpia, salvo limitaciones de tipo legales o prudenciales.

Fuente: Comisión Nacional de Energía

Hay países que han diseñado lineamientos para el financiamiento climático en su regulación financiera, como es el caso de Bangladesh, otros han dedicado líneas de crédito para proyectos de energía limpia y han creado sistemas de garantías para f
acilitar el financiamiento bancario al sector privado, como son los casos de países con alto déficit energético como Pakistán. México está utilizando los avances en su mercado de capitales para el diseño de vehículos financieros especialmente bonos para el financiamiento climático.

En la República Dominicana estamos aprendiendo de esas experiencias y analizando las posibilidades que permiten nuestro marco legal. El Banco Central de la República Dominicana ha estado colaborando en el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo limpio en las delegaciones dominicanas en las cumbres sobre cambio climático de Lima en 2014 y París en 2015. Además, hay personal técnico de la institución estudiando las implicaciones del cambio climático en la economía en el largo plazo y colaborando con el diseño de mecanismos de financiamiento climático en foros internacionales. De esta cooperación interinstitucional se esperan productos que se conocerán en el futuro cercano.

viernes, 24 de junio de 2016

Opinión temprana sobre el “Brexit” y la perspectiva dominicana

Por Odalis F. Marte
      @ofmarte

Los mercados están sorprendidos de la decisión de la mayoría de los electores británicos (52%) de votar por la salida de su país de la Unión Europea (UE). Dado lo inusitado de este evento y la incertidumbre que acarrea, sus potenciales efectos sobre la economía mundial parecen aún impredecibles. Los efectos finales dependerán de qué tanto se restrinjan las condiciones financieras a nivel internacional (recordar que Londres  es uno de los mayores centros financieros mundiales) y cómo esto afectaría las expectativas en los mercados lo cual, a su vez, dependería de qué tan ordenada sería la salida del Reino Unido (RU) de la UE en los próximos dos años.

Sin embargo, es importante notar que los tratados comerciales suscritos por la UE (unos 500) dejarían de ser aplicables para el RU lo cual dejaría a la opción de los británicos si desearían continuarlos bajo los mismos términos o renegociarlos. Esto podría tomar mucho tiempo.



Los potenciales efectos para la República Dominicana

La misma incertidumbre que arropa a la economía mundial, obviamente, afectaría a la República Dominicana (RD). No obstante, se puede conjeturar que, en lo concerniente a la relación comercial de la RD con la UE y el RU, no experimentaría cambios significativos en el corto plazo. Pero  en los próximos dos años el impacto por la vía comercial dependería de la manera en que se produciría la separación RU-UE.

Los potenciales efectos sobre la economía dominicana, en general, no serían directos. En el corto plazo deberían ser pequeños o nulos, en el largo plazo podría afectar a la RD por tres vías: por medio del efecto que tuviera sobre la economía de los Estados Unidos de América (EUA), por la vía del comercio bilateral UE-UK y por el canal de las expectativas.

En lo concerniente a la economía de EUA, según el Banco de la Reserva Federal, los efectos que pudiera tener el Brexit sobre esa economía dependería de sus impactos sobre las condiciones financieras internacionales. Si los flujos de capitales se refugiaran en EUA y  se apreciara el dólar de manera considerable, el PIB estadounidense pudiera desacelerarse ligeramente (entre 0.2% y 0.4%), con un rezago de cuatro trimestres.

El comercio de la RD con el RU, bajo el Acuerdo de Asociación Económica con la UE (EPA) no se debería afectarse en el corto plazo en tanto que se negocia la salida del RU de la UE en los próximos dos años y se renegocia en mucho más tiempo. 

Mientras los mercados de capitales se mantienen volátiles, el dólar estadounidense tiende a apreciarse, mientras el oro se cotiza al alza y el petróleo a la baja. En ese sentido, el efecto neto de la crisis del #Brexit sobre la economía dominicana sería pequeño o nulo. Pero debemos estar atentos y tener un plan B...


jueves, 13 de agosto de 2015

Crear por ley un sindicato de economistas en la República Dominicana parecería antieconómico

Por Odalis F. Marte
@ofmarte

Los economistas dominicanos debemos enfocar nuestras energías en concebir propuestas razonables para ayudar a resolver los importantes retos que enfrenta la economía nacional, tanto en sentido macro como microeconómico, incluyendo la sostenibilidad fiscal, estabilidad de precios, el equilibrio de las cuentas externas, la crisis energética, la competitividad, el ambiente de negocios, la adaptación productiva al cambio climático, políticas públicas a favor de equidad social y de cuidado a la población más vulnerables, la juventud, la seguridad ciudadana… Son muchos los temas interesantes en los que el análisis económico tiene algo que aportar, pero no: los economistas dominicanos tenemos ahora que ocupar una parte de nuestro tiempo en defender nuestra profesión de un intento de secuestro llamado proyecto de ley que crea el Colegio Dominicano de Economistas (CODECO).

Es interesante notar que la honorable Cámara de Diputados aprobó esa propuesta sigilosamente en la misma sesión en la que aprobó la llamada Ley de Quiebras en la que se satisfizo el reclamo del sector privado de contar con un instrumento legal que permitiera in extremis que una empresa con problemas financieros pueda resolverlos de manera ordenada acordando con sus acreedores un esquema de reordenamiento de sus deudas según establece dicha Ley. Mientras la comunidad empresarial acogía con beneplácito ese avance, los economistas fuimos sorprendidos con la aprobación de forma subrepticia ("palo acechao") de la ley que crea el CODECO, despropósito inncesario porque, más que resolver algo genera un tamaño problema al ejercicio de una profesión floreciente. 

La propuesta de ley CODECO, en su Capítulo VI, artículos 23 al 26, conferiría a ese gremio la facultad de regular la profesión de economista pudiendo imponer la afiliación obligatoria y el pago de cuotas y tasas a esa agrupación. En la propuesta original de los promotores de ese proyecto de ley, un grupo de desconocidos en la comunidad de economistas profesionales, ya habían planteado sus intenciones sindicalizar bajo fuerza de ley a los economistas y extraer rentas de los mismos. Ese espíritu se mantiene en la versión modificada de la propuesta y, peor aún, da lugar a que personas de dudosas credenciales elaboren un reglamento que le daría poderes de mafia.

La propuesta alternativa, que comparto con otros economistas profesionales, es que sean las escuelas de economía de economía las que, de alguna manera, velen por la cualificación de los profesionales de las ciencias económicas. Por ejemplo, pudieran consensuar un estándar de calidad en la formación de los economistas, lo que sería más productivo que tener un sindicato dirigido por desconocidos dentro de la comunidad académica y profesional.

En conclusión, la ley CODECO sujetaría el ejercicio profesional a la regulación de una agrupación gremial acorde con una visión ideológica de izquierda y desprovista de credenciales profionales y académicas para tal fin; desean crear una suerte de sindicato de afiliación obligatoria al que habría que mantener con cuotas pagadas que serían administradas por potencialmente por personeros de desconocida reputación. A nuestro entender, de materializarse esa propuesta, sería muy perjudicial para el desarrollo de nuestra profesión principalmente para los más jóvenes.